¿QUE ESTA PASANDO EN LA UAS?
¿QUE ESTA PASANDO EN LA UAS?
Ernesto Hernández Norzagaray
A
la armonización en Sinaloa de la Ley General de Educación Superior la mayoría
de los diputados han realizado añadidos inconstitucionales para alcanzar objetivos
políticos.
Más,
precisamente, si quedan firmes, se violentaría por la vía legislativa la
autonomía universitaria de TODAS las universidades públicas del estado, las
existentes y las que se puedan crear en el futuro.
El
artículo tercero de la nueva Ley de Educación Superior del Estado expresamente
otorga poderes extraordinarios al Congreso del Estado cuando señala: “toda consulta para modificar las leyes orgánicas a que
se refiere este artículo será convocada y organizada por el Congreso del Estado
conforme a los parámetros, lineamientos y metodología que este considere
pertinente, el cual podrá solicitar el auxilio de la autoridad
universitaria en la organización de la consulta, con pleno respeto a su
autonomía”.
Mejor
aún, el cuarto párrafo del artículo 3°, dispone que: el Congreso del Estado
podrá solicitar “la comparecencia de las y los titulares de las instituciones
de educación superior con autonomía constitucional o legal para que informen,
bajo protesta de decir verdad, cuando se discuta una ley o se estudie un
negocio concerniente a sus respectivos ramos o actividades o al ejercicio del
gasto público de los recursos estatales o para que respondan a interpelaciones
o preguntas (los subrayados son del autor de este artículo).
Es
decir, el Congreso del Estado ha hecho una mala indebida armonización ya que, en
lo sucesivo, si no se echa abajo la reforma constitucional, acabaría con el
autogobierno, la autonomía, y el que mande en las universidades del estado y,
cómo el legislativo es una institución controlada, sería el gobernador Rocha
Moya quien decida en materia de presupuesto, rendición de cuentas y mecanismos
de elección en las universidades públicas sinaloenses.
Nunca
un gobernador, ni siquiera Antonio Toledo Corro, quien, en 1982, trató de
quitar las escuelas preparatorias y parte del presupuesto a la UAS, había
intentado ir tan lejos en sus pretensiones absolutistas y de control.
Lo
paradójico, es que quien ahora lo hace es un exrector, que fue parte de esa
generación rebelde de universitarios que organizada alrededor del desaparecido
PCM defendió en la calle y en las plazas públicas, la autonomía e integridad de
la UAS y al final la Universidad conservó las escuelas preparatorias, es decir,
derrotó a Toledo Corro.
Se
ha dicho que está decisión del gobernador no está pensada para TODAS las universidades,
que tiene dedicatoria para el grupo político de la UAS que cuenta como
dirigente al exrector Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien es hoy el líder moral
del Partido Sinaloense, un instituto político con presencia estratégica en la casa
rosalina pues nació prácticamente en la UAS y de ahí, hacia fuera.
El
diario Noroeste recientemente realizó una investigación periodística acuciosa y
al cruzar la nómina universitaria con el padrón electoral encontró los
siguientes datos sobre este partido creado en 2012:
“El Partido Sinaloense logró afiliar como militantes al
61 por ciento de los registros de nómina de la UAS… En su acta de registro
consta que el Partido Sinaloense fue aprobado por el Instituto Estatal
Electoral con un total de 38 mil 246 afiliaciones individuales válidas y de
esas, el 8.85 por ciento correspondía a 3 mil 385 registros de nómina de la
UAS… y ha logrado afiliar a una tasa promedio de casi 500 empleados de la UAS
por año, siendo 2017 el año con el mayor registro de militantes con mil 208,
seguido de 2020 con 894 y 2019 con 857… el Partido Sinaloense de acuerdo con
su página web cuenta con 140 mil afiliados, de los cuales el 5 por ciento son
colaboradores de la universidad (https://www.noroeste.com.mx/culiacan/en-9-anos-el-pas-afilio-el-61-por-ciento-de-la-nomina-de-la-uas-YF3474991).
Son cifras a primera vista contundentes que ameritan una
investigación a fondo por ejemplo saber el año de ingreso de esos militantes en
la UAS y al PAS, si sus promociones en el escalafón laboral son políticas o
académicas, si hay violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo y, más, en
general, a que actividad se dedica el 95% de la militancia que no tiene ninguna
relación laboral con la UAS.
Pero, vayamos a la dimensión política, con 140 mil afiliados
en los 20 municipios del estado estamos ante una estructura electoral que no
tenía el resto de los partidos -incluido Morena- lo que significaba un
atractivo para las alianzas electorales. El candidato Rocha Moya buscó esa
alianza para su campaña para gobernador de 2021 y la pactó con Cuén Ojeda.
Ganaron al 2x1 frente a la coalición Va por México. El PAS, alcanzó posiciones
en la administración pública entre ellas dos secretarias de Estado una, la de
Salud, fue para Cuén Ojeda.
A los seis meses viene la ruptura y son despedidos los
pasistas del gobierno. Cuén Ojeda teje una alianza política con Adán Augusto
López Hernández y se convierte en su principal promotor en el estado. No le
gustó al gobernador y terminara por destruirla. Y empieza el golpeteo a través
del líder del Congreso del Estado: Feliciano Castro, quien dirige sus ataques
contra Jesús Madueña, Rector de la UAS.
Y más tarde, el gobernador hace lo suyo, contra Cuén Ojeda.
Se genera así una atmosfera de confrontación teniendo en el centro a la UAS.
Viene la armonización constitucional que es a mi juicio inconstitucional, y la
Universidad, prepara un plan de acción de defensa de la autonomía que es el que
está en marcha. La Universidad se ampara y un juez le concede ipso facto una
suspensión provisional.
En suma, lo que tenemos en Sinaloa, es la confrontación de
los dos políticos más poderosos del estado, donde por un lado, Rocha Moya está
en la tarea de la captura de instituciones para en su imaginario tener el
control absoluto del estado y, de esa forma, reducir la crítica a su gestión que
tiene pocos resultados y están marcados por la opacidad y Cuén Ojeda, está en
lo suyo, buscando proteger su bastión más importante y caminar hacia las
elecciones concurrentes de 2024 y estar fuerte en la boleta electoral como
candidato a gobernador en 2027.
Lo malo es que en esta disputa podría estar en juego la
estabilidad de la Universidad y la gobernabilidad del estado, sobre todo si su
objetivo es destituir al rector para poner a uno de sus incondicionales y
convertirse de esa manera en el soberano estatal.
Aprovecho, finalmente, para decir que en ese ánimo
absolutista la crítica no es bien recibida y los ataques del gobernador contra
la prensa es el pan de cada día como lo ha documentado Artículo 19 y, así,
quien esto escribe fue objeto de calumnias desde la tribuna estatal mismas que
el “salvador de la UAS” no pudo acreditar y ante la presión de una carta
pública donde lo conminó a acreditar sus calumnias: (https://www.noroeste.com.mx/colaboraciones/carta-a-ruben-rocha-moya-gobernador-de-sinaloa-CB3425466) y la de los
reporteros de Noroeste y el semanario Riodoce, dónde colaboró semanalmente, tuvo
que reconocer lacónico con un: “No tengo pruebas”.
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