SIN QUÍMICA, LOS QUÍMICOS
SIN QUÍMICA, LOS QUÍMICOS
Los dos tienen en muchas cosas en
común. Ambos son químicos, uno de la UdeG y el otro de la UAS; los dos son personas
ricas y probablemente aspiran a serlo todavía más; comparten temperamento y
disfrutan la presión que ejercen sobre el otro; son ambiciosos y tienen una visión
patrimonialista de la política; su talante es autoritario y clientelar como
insumo para conservar el poder, prefieren con frecuencia un buen pleito antes
que un mal arreglo y el uso de la ley, la aceptan como último recurso, ninguno
de los dos, por tanto, tiene credenciales democráticas y están más cerca de un
perfil caciquil que del servidor público
profesional.
Pero, también, hay diferencias, a
uno se le dificulta la empatía y el otro, ya aprendió la jerga y busca limar las
asperezas de sus debilidades a través de las relaciones públicas o la
exhibición en redes de fotos con hombres del poder, está semana por ejemplo se
tomó la foto con el senador Ricardo Monreal, quien aspira a ser el candidato de
Morena a la presidencia y le sonríe a todos; uno, está cada vez más lejos del
poder central y el otro, al menos, en el ánimo del próximo gobernador y busca
pacientemente la foto con AMLO; uno, no tiene ni siquiera la mayoría del
Cabildo, mientras al otro tiene la bisagra de la gobernabilidad en el Congreso
del Estado con sus ocho diputados y, mejor todavía, conserva el control absoluto
de la UAS y seguramente espera ampliarlo a otras esferas de lo público; uno, está mal con el futuro gobernador,
mientras el otro, tendrá picaporte en el tercer piso del gobierno del Estado
incluso, aunque, parecerá irrelevante, uno es de Mazatlán mientras el otro es
de Badiraguato. Ambos, pues, son producto genuino de la vieja escuela
autoritaria. No se la perdonan a aquellos que consideran que les han hecho un
mal y esperan el momento de la venganza.
Auguran, entonces, un pleito
permanente teniendo como escenario las primeras planas de los medios de
comunicación y mejor, la sala del cabildo municipal o los tribunales, cómo hoy
sucede con los regidores pasistas que han ido al TEE, para que se le garanticen
su derecho político a estar en el ejercicio de entrega recepción de este
trienio y, por si fuera poco, la mayoría del Congreso del Estado ya atoró las
cuentas públicas a los dieciocho alcaldes salientes o reelectos.
Lo primero, es parte de la
escenografía de la política tropical, pero, lo segundo, tiene que ver con la
representación política municipal, la que está sujeta a ordenamientos legales,
la ley. Es decir, tiene que ver con el espacio dónde se diseña, aplica y evalúa
el destino de los recursos públicos. O sea, el pleito que traen ambos podría llevar
a un arreglo entre los “aliados” o a desbarrancar al gobierno y generar una
atmosfera de confrontación para ver de cual “cuero salen más correas”.
Cuén Ojeda, sabe que la lleva de
ganar, tiene la mayoría de los regidores y estos son lastimosamente de una
obediencia marcial. Ellos no conocen los problemas municipales y, creo, que
tampoco les interesa. Entonces, los regidores pasistas serán una simple correa
de trasmisión de los intereses del ex rector de la UAS. Que claro, habrá la
narrativa del programa, la lucha a favor de los jodidos y en contra del
autoritarismo reinante en la alcaldía. ¡Válgame dios! El alcalde, en cambio,
sólo tiene a una tercia de regidores que en cualquier momento se le vuelven
rochistas y lo dejan chiflando en la loma. Yo sé de uno que saltó desde la
campaña. La mancuerna Rocha-Cuén, que es la del poder, está hecha para seducir
o someter a los propios y ajenos por el bien del “proyecto”.
Y será por los siguientes seis
años. Así, que este alcalde, debería cuidar su temperamento y buscar mejor un
mal arreglo que un buen pleito. Va a necesitar al gobernador y necesita fluidez
en las relaciones interinstitucionales. No le vaya a pasar lo de Rodríguez
Pasos al que le armaron un cuatro y cayó en él. Más allá de la nueva narrativa
la política no ha cambiado, muchos de los “protagonistas del cambio”, son
cartuchos rehabilitados por el obradorismo y están esperando escalar no importa
a quien haya que pisar.
Y, por último, que, a los
químicos, no se les olvide que su pleito si escala en tiempo va a afectar a
Mazatlán
Al tiempo.
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