LOS CONTRATIEMPOS DE MORENA
LOS CONTRATIEMPOS DE MORENA
“Los dirigentes de Morena deslegitimaron su
movimiento,
les arrebataron sus esperanzas y sueños y traicionaron
la palabra,
pues incluso pretendieron negociar.
¿Negociar qué? ¿la dignidad, el respeto, los principios,
la conciencia?
Elsa Bojórquez, Sindica Procuradora de Mazatlán
En las últimas semanas hemos sido
testigos de un malestar creciente en las filas de Morena. La alianza de este
partido con Héctor Melesio y su partido provocó una reacción inmediata entre militantes
universitarios y entre quienes vieron pragmáticamente que eso afectaría el
reparto de posiciones de representación. Y confirmaron sus sospechas cuándo le
otorgaron las candidaturas en ocho distritos electorales y seis alcaldías. Peor para estos suspicaces fue que el líder
del PAS empezó hablar de cogobierno y eso en caso, de un triunfo electoral
significará una parte de la administración pública estatal.
El malestar se extendió cuándo se
supo que a los tres alcaldes morenistas que han sido motivo de desprestigio de
la marca Morena (Ahome, Culiacán y Mazatlán) a dos de ellos se les premio con
la reelección y al tercero con la postulación a una diputación federal que
finalmente quedó en manos de una mujer de su equipo.
Y, sorprendentemente, la alcaldesa
morenista de Guasave que ha sido bien calificada se le ofreció inicialmente la
primera posición de representación proporcional y terminó con la ofensa de una
regiduría o, al ver el tamaño del desacierto, Rubén Rocha le prometió una
secretaría en caso de ganar la elección de gobernador.
No terminó ahí, a Gerardo Vargas,
que inicialmente había aspirado a la candidatura de gobernador cuando la vio
imposible buscó la nominación fallidamente en la alcaldía de Culiacán. Pero no
quedó con las manos vacías pues se le habilitó, ante el desconcierto de los
morenistas, como candidato a alcalde de Ahome provocando una gran movilización
en Los Mochis.
Nada hizo cambiar el sentido de
las decisiones centralistas, por el contrario, se afirmó con la incorporación
del ex panista Alejandro Higuera a la coordinación general de campaña ligado a
los empresarios Arellano Hernández que estuvieron bajo investigación por la
Unidad de Investigación Financiera de la Secretaria de Hacienda.
Este tejido de relaciones
heterodoxas por usar un eufemismo provocó un Frankenstein de candidaturas y
franjas de la militancia histórica entró en desconcierto y depresión. ¿Qué justificaba
el desplazamiento de la militancia y el armado de este tejido de alianzas contrarias
al espíritu de la 4T? ¿Cuál sería la diferencia de Morena con el viejo PRI?
¿Dónde quedaba la 4Ty su promesa de un gobierno de y para la gente?... fueron y
son algunas de las preguntas que se hicieron en algunos casos en medio de la
frustración y el llanto.
No hay hasta ahora una
explicación racional y menos, cuando es la constante en todo el país, cómo lo señala
un Porfirio Muñoz Ledo molesto en una conferencia de prensa donde critico
severamente a Mario Delgado, el dirigente nacional de Morena, y lo describe con
más detalle el morenista Gibran Ramírez, en un artículo publicado en el diario
Milenio, cuando se pregunta: ¿La destrucción de Morena?
¿Qué explica este giro de 180
grados en Morena que ha dejado a la militancia en medio del desconcierto?
Intentaremos encontrarle una lógica en clave local. La marca Morena y su
candidato a gobernador en el inicio de la precampaña traía una ventaja de 2 a 1
sobre el candidato de la coalición “Va por Sinaloa” está semana cuando ya han
iniciado las campañas aparecen los resultados de dos encuestas una de la casa
Massive Caller que arroja que Rubén Rocha trae 44% mientras Mario Zamora 30% y
otra del diario capitalino El Financiero en el mismo orden 43 y 40%,
respectivamente.
Al margen de cualquier
interpretación de ambas encuestas lo que muestran es una tendencia a cerrarse
la competencia por los votos. Además, el porcentaje de indecisos que ronda el
20% y está pendiente todavía en el aire el comportamiento del llamado “voto
útil” y en competencias cerradas suelen ser definitivas.
Lo que podría provocar es que los
otros seis candidatos a gobernador acumulen entre el 10 y el 15 por ciento de
los votos si no es que, de último momento, algunas candidaturas se bajen de la
competencia y decidan ir con quien consideren que va arriba en la intención de
voto.
Entonces, a todas luces las malas
decisiones en Morena habrían tenido un efecto contundente en el ánimo de su
militancia y las preferencias electorales, lo que explica el rechazo del
sistema de alianzas.
Sinaloa, no olvidemos, en 2018
fue el estado del norte del país donde en términos relativos fue dónde más más
se votó la marca Morena y ocupó el quinto lugar a nivel nacional.
O sea, esto significa que los
sinaloense vieron en la coalición “Juntos haremos historia” una esperanza a sus
males estructurales y aunque estaría lejos de haberse logrado ese cambio con
las políticas públicas del gobierno federal, tenía un plus que bien
administrado no tendría porque Rubén Rocha estar sufriendo ataques de stress
por las movilizaciones, los pronunciamientos públicos y la caída de brazos en
la campaña.
Vamos, no tendría por qué estar
haciendo llamados desesperados a la unidad y sin las preocupaciones que generan
las alianzas que se están tejiendo a través de las alianzas y sus personajes, un
gobierno muy distinto al que estaba en el imaginario colectivo cuando se
perfilaba la candidatura del exrector con sus credenciales políticas,
académicas, sociales, personales.
Hoy Morena Sinaloa está en medio
del malestar. Dividida, molesta. Y lo que podría suceder es lo que se perfila
ya con los liderazgos obradoristas del sur del estado que es no hacer campaña a
favor de las candidaturas cuestionadas o se deje libre, para que cada uno vote,
porque quien está más cerca de su corazón.
En definitiva, ¿cómo pedir que se
movilicen los obradoristas ahomenses para llamar a votar por la hijastra
política de Billy Chapman; los obradoristas guasavenses ligados al proyecto de
Aurelia Leal para que se activen cuando han sido engañados; a los obradoristas
culichis que tendrían que movilizarse por un infumable Estrada Ferreiro o los
obradoristas de Mazatlán que están con Elsa Bojórquez, quién era la candidata
natural a la alcaldía, por su persistente lucha contra la corrupción en la
administración municipal?
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