BROZO, DICTADURA Y DEMOCRACIA
BROZO, DICTADURA Y DEMOCRACIA
Ernesto Hernández Norzagaray
Víctor Trujillo, a través de Brozo, su personaje de la carpa
política ha puesto los puntos sobre las íes de lo que está en juego en las
elecciones concurrentes de la próxima primavera.
Y es que, a su juicio, no serían unas elecciones más de la
normalidad democrática sino se prefiguraran como de Estado, a la usanza del PRI
en el periodo de partido hegemónico, es decir, al unísono, hay que ganar
poniendo todo lo que sea necesario para obtener el triunfo.
Y todo, significa todo.
Lo estamos viendo desde hace más de un año cuando el
presidente López Obrador tomó la decisión de apoyar a Claudia Sheinbaum como
candidata presidencial para dar continuidad al proyecto de la 4T.
En aquel momento empezó a funcionar la maquinaria que
concluyó con un triunfo largamente anunciado y la disciplina de quienes
funcionaron como comparsa de esta simulación -Claro, excepto, Marcelo Ebrard,
que hoy es un apestado en el obradorismo, aunque ya reapareció melancólico en
el cierre de la precampaña de Claudia Sheinbaum y está lo abrazo como se abraza
a un hijo pródigo.
Llegar a este punto significó romper las reglas del juego
expresadas en la ley electoral que sanciona -ahora sabemos a un bajo costo- las
campañas adelantadas con un extraordinario dispendio de recursos de procedencia
desconocida.
Luego vino la precampaña que siguió la misma tónica y es que
en realidad eran actos de campaña -Alguien dirá que se dirigía sólo a los
militantes, ¿será? - que urgía con una candidata incapaz de prender a una
audiencia acostumbrada a la retórica de López Obrador.
Llegó Guadalupe Taddei a la presidencia del Consejo General
del INE y con ella un equipo de obradoristas que han venido copando cargos
estratégicos y van por más en el instituto encargado de organizar las
elecciones.
Lo mismo sucedió en el TEPJF donde el magistrado presidente
Reyes Rodríguez fue destituido y se habilita a la magistrada Mónica Soto, como
presidenta, a la que se le vincula junto con dos magistrados al obradorismo.
En este interín el presidente que debería ser un actor
imparcial no ha dejado de intervenir en el proceso electoral pese a los
llamados que le ha hecho el INE de abstenerse de pronunciarse en cualquier
sentido en materia electoral.
Le vale.
Los 23 gobernadores morenistas han estado metidos en la
larguísima precampaña afectando la equidad en la competencia.
No menos importante es el notorio control de algunos de los
principales medios de comunicación que difunden preferentemente las notas y
encuestas de percepción que favorecen a Claudia Sheinbaum en perjuicio de
Xóchilt Gálvez.
Y después del 18 de enero cuando concluyan las precampañas ya
veremos cómo sigue fluyendo el dinero de procedencia desconocida.
A partir de marzo vendrán las campañas oficiales y veremos la
parte fuerte de lo que hemos visto hasta ahora en términos de interferencia del
presidente, gobernadores, alcaldes, funcionarios públicos y los siervos de la
nación.
En las elecciones intermedias de 2021 en muchos estados y
municipios fue decisiva la intervención de los grupos del crimen organizado
para definir resultados y no tanto para estar en sintonía con la 4T sino para
seguir ampliando su radio de acción e intereses.
Ya el actor criminal se está haciendo presente en la parte
más visible del proceso eliminando físicamente a aspirantes a alcaldes,
dirigentes políticos incluso a encuestadores, como ha sucedido recientemente en
Chiapas, Guerrero, Morelos, Michoacán.
No podríamos descartar que igualmente busquen inhibir
candidaturas que no sean afines a sus intereses cómo sucedió en Sinaloa.
Ahora bien, Claudia Sheinbaum en entrevista y en la plaza
pública, no deja de afirmar que ella dará continuidad a la 4T y eso significa
continuar con el proceso de desmantelamiento y/o captura de las instituciones
de la democracia.
Es decir, una “democracia” a imagen y semejanza de un líder,
un movimiento, un partido, no de la pluralidad que existe en la sociedad
mexicana.
Justo, ahí es donde entra el dilema planteado por Brozo en
perspectiva de futuro: dictadura en cuanto Morena pretende, como lo hizo el PRI,
que se mantuvo en el poder siete décadas por medio de muchas de las
triquiñuelas que estamos viendo para tener a la oposición de comparsa, como en
su momento lo fueron el PARM y el PPS; y, no, como una democracia expresión de
la diversidad de nuestra sociedad donde estén todos los diagnósticos y las
alternativas para la solución de los grandes problemas nacionales.
Nunca más, un partido de Estado.
Comentarios
Publicar un comentario