EL “GOBERNADOR ESCÁNDALO”
EL “GOBERNADOR ESCÁNDALO”
Ernesto Hernández
Norzagaray
La ceremonia del segundo informe
del gobernador Rubén Rocha Moya ante el Congreso del Estado fue atípica, rompió
con todo el ritual republicano para exaltarlo y evitar que nuevamente los
universitarios masivamente se manifestaran en los accesos del recinto legislativo.
Se manejo con sigilo, como un
secreto a voces y horas antes de que ocurriera esta ceremonia a la que obliga
la Constitución Política del Estado.
No hay precedente de que hubiera
ocurrido antes en el recinto donde normalmente los ciudadanos agradecidos e inconformes
han llegado para expresar su sentir por el desempeño de un gobierno.
Y es que en el grupo gobernante había
temor, incertidumbre, que se repitieran los hechos del 28 de noviembre cuando
miles de universitarios llegaron, desde un día antes de la cita formal, para manifestarse
como un solo cuerpo y hacerse ver por la sociedad sinaloense, los medios de
comunicación estatales y nacionales y los invitados especiales.
Y en el desasosiego que privaba
en el tercer piso del Palacio de Gobierno antes habilitaron el informe “popular”
el dos de diciembre en la explanada donde quedó para el anecdotario histórico la
expresión homofóbica: “Es más feo tener un hijo adicto que uno discapacitado u
homosexual”, que ha sido motivo de injurias, memes y cartones hasta en los
medios del obradorismo cómo la obra de Rocha, el cartonista de La Jornada,
quien presenta al gobernador vestido de cavernícola de la 4T.
Cómo “el inconsciente retrogrado”,
por el desafortunado comentario homofóbico, ante burócratas disciplinados y miles
de sinaloenses que fueron acarreados desde los veinte municipios del estado con
el fin de demostrar en Culiacán que, si la UAS tiene capacidad de movilización,
también su gobierno la tiene, aun cuando haya tenido, seguramente, un fuerte costo
para las finanzas públicas del Estado y los municipios.
O sea, un ejercicio innecesario,
pues solo queda como registro la terrible anécdota homofóbica que algunos medios
han buscado minimizar destacando las imágenes de la “gran” concentración. Que ante
los constantes derrapes mediáticos algunos buscan explicación en la salud
mental del gobernador o, simplemente, cómo lo califica Loret de Mola, “el gobernador
escándalo”, es decir, un gobernador que expresa aquello que va contra los
valores dominantes de una colectividad humana.
Que resulta inaceptable porque
aceptarlos significa normalizarlos. Asentir como buena la tontería, el dislate,
la provocación. Y quizá, si fuera otro gobernador, más rupestre y tribal, que
los hay en Morena se diría es “que es fulano de tal, no puede ser menos”, pero,
no, sorprende a quienes en el ámbito de la política y la academia ven al doctor
como ejemplo del sector ilustrado de la 4T.
Cómo parte de ese pequeño sector social
que les permitía guardar la esperanza de que no todo está perdido y que era
posible algo mejor en los gobiernos locales. Quizá, eso explica, los niveles de
aceptación, comprados o no, que ha tenido la figura de Rocha Moya, en las
encuestas de percepción sobre el desempeño de gobernadores.
A propósito, sus seguidores de
largo aliento, aquellos que fueron funcionarios o beneficiario de la UAS en la época
de Rocha rector, deben estar tragando sapos, para justificar los dislates que lo
han hecho famoso por ejemplo un grupo de la “izquierda revolucionaria” de Mazatlán
a los que alguna vez los escuche decir en el desaparecido restaurant Puerto
Viejo que ellos eran incondicionales del exrector de la UAS.
Y supuesto, prefieren omitir
comentarios, antes que ser considerados desleales al personaje que hoy
seguramente los avergüenza en lo más íntimo. Y esperan inútilmente que no lo
vuelva hacer cuándo el mismo a dicho que no lo puede garantizar. Que es parte
de los riesgos de la exposición pública. Y del hablar, hablar, sin contención
alguna, sobre los temas mas diversos cargados de animosidad, prejuicios,
fijaciones, cómo sucedió en el acto público del 2 de diciembre y donde era la
figura estelar en un escenario montado para hacer gala de los presuntos resultados
de su gobierno ante la gente que llegó desde todos los municipios.
En definitiva, mostrar a los
dirigentes de la UAS, que lo sabe hacer, pero con una diferencia mientras aquellos
lo hacen cuidando las formas éste pierde rotundamente los básicos de la relación
con el otro. Con los gobernados. A quienes para muchos humilla en especial a
los adictos, discapacitados y homosexuales sinaloenses.
Comentarios
Publicar un comentario