LOS FIDEICOMISOS
LOS FIDEICOMISOS
Ernesto Hernández Norzagaray
Ignacio Mier Velazco, coordinador de
Morena en la Cámara de Diputados, seguramente está satisfecho con los
resultados de la votación en la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, donde
su partido, obtuvo 30 votos a favor, contra 21 de la oposición en la extinción
de 13 de los 14 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación que,
recordemos, es uno de los objetivos estratégicos de final de sexenio.
Y está contento por una doble razón: queda
bien con el presidente López Obrador quien es el factótum de poder en Morena y por
ello da un paso firme a su nominación como candidato a la gubernatura de Puebla.
Ahora, el dictamen, se discutirá en el
pleno de la Cámara donde Morena y sus aliados tienen mayoría absoluta. Y es altamente
probable que se ratifique lo votado en la Comisión, sin embargo, como veremos
más adelante, esto no se acaba ahí porque algunos de estos fideicomisos son
constitucionales.
El argumento para justificar está
extinción viene de cuando el presidente López Obrador en una postura irreductible
inició una cruzada contra el Poder Judicial, y en particular contra los ministros
de la Suprema Corte, a los que en distintos momentos llamó “corruptos y casta
de privilegiados” y ahora, los considera el “copete de los privilegios”.
No es casual, entonces, que Morena y
aliados hayan actuado en consecuencia diciendo que esos fideicomisos “son
usados, en su mayoría, para el pago de lujos, privilegios y excesos de los
altos funcionarios”.
Cierto, se cumple la regla de la mayoría
en democracia, esos 30 votos habrán de ampliarse a la hora de la votación y, si
no sucede otra cosa, el dinero del presupuesto y de los fideicomisos probablemente
se destinará a los fondos de la Tesorería de la Federación para de ahí, muy
probablemente, se disperse en las obras insignia y programas sociales de este
gobierno que buscaran convertirlos en votos en 2024.
Y es que hoy todo lo que hace el gobierno
federal -mejor, los gobiernos de distinto color- está pensado en clave de
elecciones y conservación del poder.
Sin embargo, también, aunque resulte
exagerado, para cumplirle a la animosidad que el presidente tiene contra los
miembros del Poder Judicial y es que, se parte del argumento político, de que quitándole
presupuesto y los fideicomisos este Poder tendrá menos margen para la buena aplicación
de la ley.
Es decir, la apuesta del presidente y su
mayoría es crearle problemas al Poder Judicial de manera que jueces y ministros
estén entretenidos en la discusión sobre los efectos que tendrían estas
modificaciones a su estructura administrativa y los compromisos laborales con sus
55 mil trabajadores cosa que está por verse.
“La extinción de
los fideicomisos -dice la Suprema Corte - SÍ afecta los
derechos laborales de las y los trabajadores del PJF. Al menos 6 fideicomisos
están relacionados con obligaciones patronales, cuyo cumplimiento constituyen
derechos de las y los trabajadores, tanto laborales como de seguridad social:
pensión, vivienda, cobertura de salud y retiro”, además, “estos derechos
adquiridos están reconocidos en la Constitución y en la Ley Federal de
Trabajadores al Servicio del Estado, así como en instrumentos legales”.
O sea, los mexicanos nuevamente seremos
testigos no sólo de un choque entre poderes sino, también, de una discusión
sobre la constitucionalidad estos actos de la mayoría morenista que todo indica
enfrentarán acciones de inconstitucionalidad que deberán resolver los ministros
de la Corte.
Incluso, veremos, más temprano que tarde,
la movilización de los 55 mil trabajadores en defensa de lo conquistado y quizá,
eso explique, la expresión incierta de López Obrador y Mier Velazco de que “los servidores públicos y trabajadores de este Poder
están protegidos y salvaguardados”.
No obstante, ya está el
llamado de los líderes del Sindicato Nacional del Poder Judicial a un Paro
Nacional para los próximos días.
Y es que estos coinciden
con el argumento de la Corte que expresamente señala las afectaciones laborales
destacando la presunta mentira presidencial: “Los fideicomisos no son
para el pago de prestaciones de ministras y ministros. Ninguno de los 14
fideicomisos cuenta con recursos que se destinen a pagar
alguna prestación para las ministras y los ministros de la Corte. El
fideicomiso relacionado con casas habitación de las personas magistradas y
juezas, cubren gastos vinculados con prestaciones inherentes a sus funciones,
como es el apoyo para contar con un lugar para residir cuando cambian de
adscripción en cumplimiento de las necesidades de la judicatura”.
No hay duda de que para el proyecto transexenal
del presidente López Obrador el Poder Judicial es un estorbo, un enemigo a
vencer y eso, ha creado animadversión por ese colectivo de ley y haya puesto en
marcha una estrategia para minarlo, reducirle sus competencias y capacidades para
hacerlo inoperativo. Lo extraño es que lo haga ahora cuando no cuenta con los
votos necesarios para una reforma constitucional y, tampoco, de la mayoría de los
ministros sobre la función de los fideicomisos.
Con este tipo de acciones políticamente el
proyecto del presidente avanza unos pasos, sin embargo, cuando se discuta sobre
la constitucionalidad de la extinción veremos a la oposición combatiendo estas
decisiones que terminara resolviendo la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
No tiene, pues, un futuro claro.
Y es que no hay vuelta de hoja, está
decisión que asume la mayoría de la Cámara de Diputados y que atiende a las
necesidades y humores del presidente López Obrador, está llamada a estallar en
medio de las campañas electorales lo que significa que el voto de este segmento
de trabajadores muy probablemente lo pierda Morena en las elecciones de 2024.
En definitiva, el paso que se ha dado en
la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, y que buscara consolidarse en el
pleno de la Cámara de Diputados, es el preámbulo de un objetivo ya anunciado
dentro del llamado plan B que busca, recordemos, ganar con sus aliados la
mayoría calificada de ambas cámaras para desde ese “mundo ideal” obradorista
realizar una reforma al gusto no de la diversidad expresada en el Poder
legislativo sino, al de un solo hombre, el del presidente de la República.
Y, la nominación para Puebla, quizá esta
envenenada.
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