EBRARD Y VELASCO, ¿LA DUPLA DE LA RUPTURA EN MORENA?
EBRARD Y VELASCO, ¿LA DUPLA DE LA RUPTURA EN MORENA?
Ernesto Hernández
Norzagaray
Miguel de Cervantes Saavedra acuñó
en El Quijote de la Mancha el refrán “el que luego da, da dos veces” que se ha traducido
al buen castellano como “el que pega primero, pega dos veces”, que, aplicado a
la política significa en México, al menos, ventajas para unos y desventajas
para otros, triunfos para unos y derrotas para otros y esta dinámica no es
nueva.
En 1988, por ejemplo, Carlos Salinas
de Gortari, gana el jalón a Jesús Silva Herzog que estaba más cerca del ánimo
del presidente Miguel de la Madrid y es habilitado como candidato presidencial
por el PRI; y, lo mismo sucedió con Luis Donaldo Colosio, que estando cerca de
Salinas de Gortari dejó en el camino al “hermano” Manuel Camacho Solís.
No menos visible es el caso de
Vicente Fox que sin ser un peso pesado dentro del panismo nacional inició una fuerte
precampaña desde la gubernatura de Guanajuato y terminó imponiéndose a los
popes del partido y a la vuelta de los años, lo mismo hizo Felipe Calderón, que
desde el partido impidió que Santiago Creel -el candidato de Fox- fuera
habilitado como candidato presidencial.
Y el caso de Enrique Peña Nieto
repitió la fórmula de Vicente Fox construyendo su candidatura desde Toluca de
manera, que cuando se muestrearon los aspirantes priistas, era el más conocido
y si a eso le agregamos el “glamour” que le imprimió Televisa durante años
terminó superando a sus adversarios políticos.
Finalmente, está el caso singular
de López Obrador que inició una campaña presidencial desde 2005 y superó los
tropiezos electorales de 2006 y 2012 pero, llegado el 2018, lo capitalizó ampliamente
cuando 30 millones de mexicanos se volcaron a las urnas para brindar apoyo a él
y a su partido.
Este recuento de las últimas seis
sucesiones presidenciales nos permite especular sobre quienes en esta etapa
quieren dar el primer golpe y luego dar dos golpes en la carrera por la
presidencia de la República.
El primer golpe lo da el
presidente al brindar su apoyo a Claudia Sheinbaum más allá de la retórica de
que no habrá dedazo hay múltiples manifestaciones de que así viene y solo falta
acotar a los que podrían rebelarse y eso sucederá este domingo cuando se reúna
el Consejo Nacional de Morena para formalizar la pauta política del presidente.
Antes habría que decir que ha
habido dos etapas: Una, donde las mal llamadas “corcholatas” estuvieron al
amparo de los reflectores del Palacio Nacional donde un día le daba luz a uno y
al siguiente a otra, sin embargo, desde la “cena de la unidad” del pasado
domingo empieza la verdadera lucha por la candidatura presidencial bajo la tensión
de la ruptura.
Los aspirantes presidenciales
saben que el tiempo es oro y hay que llegar con fuerza al diseño del método
para seleccionar candidato o candidata.
En esta directriz llama la
atención el activismo de Marcelo Ebrard, secundado por Manuel Velasco, de
separarse uno de la secretaria de Relaciones Exteriores y el otro, del Senado
de la República, rompiendo con bisturí el acuerdo de que esto era válido declararlo
y hacerlo al unísono este domingo luego de que se tenga definido el método de
elección del candidato o candidata.
La lectura de la simultaneidad en
la declaración de la dupla Ebrard-Velasco tiene todas las señales de que hay un
acuerdo político para ganar el arranque y la visibilidad al resto de aspirantes,
que es más simbólico que operativo -eso, podría venir después- y, ahí están ambos,
en la conversación pública mientras los otros disciplinados esperando los “tiempos
perfectos del señor” (Adán, dixit)
Viéndolo en términos políticos la
sintonía provoca reacciones. Ya lo dijo Ricardo Monreal cuando calificó como un
albazo la aparición pública de Marcelo Ebrard diciendo que renunciaría a la titularidad
de la SRE y, repito, están en la conversación pública.
El domingo Marcelo presentara una
propuesta de consulta cosa que no han hecho el resto y eso, nuevamente, atraerá
la atención pública sea por el contenido como por sus efectos en la competencia
interna.
Luego vendrán los viajes por el
país para dar a conocer su propuesta de gobierno y habrá cosecha de apoyos, hoy
en la mayoría de los estados, hay comités de apoyo que están presentando el
libro autobiográfico El camino de México, sin embargo, el momento crepuscular
será el que determinen las encuestas entre los dos que todo indica se
disputaran la final que es Ebrard y la Sheinbaum.
Y es allí, donde estará la
definición de la dupla si le satisface el resultado, si se sacrifica nuevamente
ahora por la candidata de López Obrador o se va de Morena buscando la alianza
con el Verde.
Hay veintiséis años de relación de
Marcelo Ebrard con el Verde, su primer cargo de representación política que fue
de diputado federal lo obtuvo en 1997 con este partido, el partido del TUCAN, incluso
hay manifestaciones de sus dirigentes donde lo hacen suyo y eso se habrá de
poner a prueba en los próximos meses.
Claro, al Verde por su carácter de
partido bisagra le ha ido muy bien no solo con Morena sino con el PRI y el PAN,
no será fácil para su dirigencia romper la alianza para irse a apoyar la
aspiración de Marcelo, sin embargo, la política es cálculo y presión, ya vimos
ambas en los comicios de Coahuila y no se equivocan quienes ven en ese estado
norteño el desafío que tiene Morena de mantener la unidad interna y ganar la
presidencia más el Congreso de la Unión.
En Coahuila, recordemos, Morena y
sus aliados verdes y petistas, pese a los llamados de unidad presentaron tres
candidatos y el desenlace fue catastrófico a pesar de los esfuerzos que se
hicieron de último momento para que se apoyara la candidatura de Armando Guadiana
y el resultado fue que ni lo obtenido por los tres candidatos lograron hacer
mayoría absoluta provocando un triunfo redondo de la coalición Va por México.
En definitiva, la historia de la
sucesión presidencial de los últimos 40 años demuestra quijotescamente hablando
que quien pega primero, pega dos veces y en esta segunda fase, la definitoria,
estará la sombra de AMLO vigilante de que su partido y aliados se mantengan
unidos y es que es fundamental para su proyecto transexenal obliga no sólo cuidar
las formas sino el fondo de esta definición y es que el presidente ya lo tiene
decidido.
Y, la política, sabemos, en este
país da sorpresa (sorpresa da la vida).
Al tiempo.
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