LA TORMENTA EN CIERNES
LA TORMENTA EN CIERNES
Ernesto Hernández
Norzagaray
Rubén Rocha, fue en esta nueva
etapa del conflicto entre los poderes públicos y la UAS, quien dio el primer paso
cuando como gobernador mandó a publicar la nueva ley de Educación Superior del Estado
de Sinaloa en el Diario Oficial con lo cual es ley para todos sus efectos
legales.
Al parecer no le quitó ni le puso
una sola coma, es decir, signó la que seguramente contribuyó en su diseño con aquellos
puntos que le interesaban como son el tema financiero y la elección de
autoridades universitarias.
O sea, es muy probable que la
armonización en lo fundamental no haya sido una hechura original de la Comisión
de Educación y Cultura del Poder legislativo y que, eso sí, cabildeada para que
fuera aprobada por la mayoría, la amplia mayoría de legisladores de las
distintas fracciones parlamentarias, con excepción de los cinco diputados del
Partido Sinaloense que votaron en contra.
Y en cuestión de horas, Jesús
Madueña, el rector de la UAS se pronunció en contra a través de un documento que
hizo público en redes sociales y, de entrada, niega que la institución no haya
hecho llegar sus consideraciones sobre el proyecto de ley -dice, claro, que sus
consideraciones las hizo llegar a través de Luciano Concheiro, subsecretario de
Educación Pública, lo que muestra la falta de diálogo- pero, no se queda ahí,
en el documento de marras pone tres énfasis que no se deben perder de vista:
Uno, el tema de la autonomía universitaria
sobre la que alerta que está en riesgo con la Ley; dos, el manejo del presupuesto
que dice es transparente y está supervisado permanentemente por la Auditoria
Superior de la Federación, sin que hasta ahora haya recibido sanciones por
desvío de recursos y tres, el mecanismo de elección de las autoridades
universitarias que como se sabe las nombra el Consejo Universitario con base a
trayectoria y méritos académicos.
La lógica de estos énfasis, no es
casual, es la respuesta tácita a la afirmación del diputado Feliciano Castro de
que a “la UAS también se le vulnera desde adentro” y que cambiando estas reglas
automáticamente vendría la debacle del llamado cuenismo y eso, significarían,
oportunidades para que escale su grupo en posiciones de poder.
Es decir, es una lógica política,
no universitaria, y por eso, el llamado del rector Madueña a defender la
autonomía de la institución rosalina por la vía legal y política.
El rector Madueña antes del
pronunciamiento señaló que hay once puntos que lesionan la autonomía
universitaria y serán estos, los que esgrimirán los abogados de la Universidad,
para dar esta batalla contra el Poder Ejecutivo y legislativo y podría llegar
hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que sean los ministros, los
que resuelvan sobre la constitucionalidad de los añadidos a la Constitución del
estado y su ley reglamentaria.
A la par, esta la vía política, que tiene dos
dimensiones entreveradas: Una, es el llamado que hace el rector: “a la
apreciada comunidad universitaria y a la respetada sociedad sinaloense” para que
salga a defender la autonomía de la Universidad.
Y este tipo de defensa no puede
ser otra que salir a las calles en los próximos días y semanas, y, luego, de
muchos años, una nueva generación de universitarios salga a defender la
autonomía de su Universidad.
No hay que olvidar que en los
espacios universitarios coexisten alrededor de 180 mil sinaloenses y aunque no
podríamos afirmar que todos se movilizaran al llamado del rector una parte
importante de ellos se activara y aunque el gobernador se adelanta diciendo:
“yo también se hablar a los universitarios”, habría que decir que no se trata
de calidad de discursos sino que cuando lo haga, lo hará desde el poder y
estará señalado como el victimario de la autonomía no sólo de esta Universidad
sino también de las otras instituciones educativas.
Antes de continuar me permito una
breve digresión, sobre el momento más mediático de los últimos días cuando
aparece la expresión lapidaria: “yo no hablo con perros, sino con el dueño de
los perros”, que se le ha acreditado al rector teniendo como destinatario al
diputado imeldista José Manuel Luque, presidente de la Comisión de Educación y
Cultura.
El diputado de marras ha hecho
una confesión de parte, un lamentable acto fallido que nunca debió confesar y
es que luego, de “ocurrido” el desaguisado, lo comunicó de inmediato al
gobernador sin considerar, quizá por novatez y molestia, por la referencia
onomatopéyica canina, que pertenece a otro poder y tiene, si así ocurrió, sus
propios canales de reclamo, protesta y corrección (luego, porque, a este perfil
de diputados, les critican su falta de independencia y sometimiento a los
designios del gobernador).
Retomemos el argumento. La otra
dimensión alcanza la política nacional y es que, para nadie, es un secreto que
tanto el grupo político de la Universidad, como el gobernador y su grupo, están
en el juego de la sucesión con Morena, uno apoyando a Adán Augusto López
Hernández, el secretario de Gobernación y responsable de la política interna y
el otro, a Claudia Sheinbaum, jefa del Gobierno de la Ciudad de México.
Y una regla no escrita de la
política en tiempos de sucesión, especialmente cuando involucra la elección presidencial,
es no hacer olas innecesarias y menos, cuando de lo que se trata es de conservar
a aliados leales. Por eso, la insistencia de López Hernández, cada vez que
viene a Sinaloa, es pedirle a Rocha y a Cuén, “manténganse unidos, no se
peleen”. Pero, obvio, eso es historia. El pleito esta cantado.
O sea, viendo detenidamente la
situación, la decisión del gobernador de ir más allá de lo que establece la Ley
Federal de Educación Superior busca disputar la Universidad, ejercer control
externo sobre el presupuesto que ronda sobre los 8 mil millones de pesos
anuales y a partir de ahí, seguramente, influir para constituir una nueva corriente
rochista -la primera ya esta en los cementerios o jubilada- y desde ahí ver que
sale.
Por eso, los universitarios,
debemos defender la autonomía universitaria de cualquier interferencia externa
para que la institución siga cumpliendo con sus funciones sustantivas y le
cumpla a Sinaloa y los cambios que exige su crecimiento y los tiempos modernos
sean ampliando los espacios de debate público.
Se que para muchos universitarios
el tema de fondo es el papel del PAS en la conducción universitaria que
Noroeste esta semana documentó con una investigación periodística acuciosa y
muestra el rol de los militantes como antes lo fueron los del PCM-PSUM y la
Corriente Socialista, pero la Universidad fue capaz de separar lo académico de
lo partidario y esa es la apuesta, de una nueva generación más formada, menos
ideológica, y a la que lamentablemente los detractores no le reconocen ni una
pizca como agente de cambio.
Al tiempo.
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