PERROS: LA POLÍTICA POR OTROS MEDIOS
PERROS: LA POLÍTICA POR OTROS MEDIOS
El nivel de confrontación entre
el Congreso del Estado y la Universidad Autónoma de Sinaloa está llegando a un
nivel donde se están perdiendo las formas, la diplomacia política, el diálogo
institucional y, se está imponiendo, el desprecio, los calificativos hirientes
y creando un impasse interinstitucional que más temprano, que tarde, va a
desbordarse sino se restablece el diálogo entre las partes en conflicto.
No nos quedemos por salud pública
en el nivel de calificativo, la reyerta, el chisme que abierta o soterradamente
se da lastimando sensibilidades y honores personales. El problema, no está ahí,
se encuentra en la disputa que existe entre dos grupos de poder: El del
gobernador y el líder parlamentario Feliciano Castro y el de Héctor Melesio
Cuén y el rector Jesús Madueña.
El grupo del gobernador está
obsesionado con tener el control de la Universidad y, en ese propósito, ha dado
un paso muy importante, al armonizar localmente la Ley de Educación Superior, incluyendo
mecanismos que busca tener decisión en el manejo del presupuesto, es decir, que,
en última instancia, cuando haya problemas de dinero sea el gobierno el que decida.
Y, por si fuera poco, introdujo el
mecanismo de elección universal y directa de sus autoridades de triste memoria dejando
de lado el actual sistema indirecto que tiene componentes meritocráticos con
problemas, sí, pero cual modelo no lo tiene.
Esto evidentemente atenta contra el
estado de cosas en la UAS y ese, es, el principal problema político de la nueva
Ley para las universidades públicas del estado pero, particularmente, con el
grupo dirigente de la UAS.
El grupo del gobernador busca
tener el control de la UAS por la vía administrativa mientras el de Cuén,
quiere mantener el estatus quo de la Universidad, es decir, conservar el poder
y administrar los cambios en la institución rosalina.
El problema es que hay una nueva
Ley y es cuestión de tiempo, para que se ponga en operación, una vez que el
gobernador la publique en el Diario Oficial del Estado, abrirá un capítulo
inédito porque la armonización no se consenso y estas, en lo esencial, tienen
posturas diametralmente distintas.
Eso explica la confrontación grosera
que presuntamente se dio entre el rector Jesús Madueña y el diputado José
Manuel Luque, Presidente de la Comisión de Educación del Congreso del Estado,
lo que termina por dificultar más el diálogo entre los actores de la política
sinaloense.
La piedra de toque será, sin duda,
en el momento de la publicación porque muy probablemente la reacción se manifestara
en las calles y el equilibrio, sí el equilibrio tan valioso, que ha tenido la
institución universitaria podría perderse y eso podría plantear un problema
para la gobernabilidad del estado.
Y es que es imprevisible en lo
que pueda terminar, por eso aquella amenaza nerviosa del gobernador, de que si
la UAS se movilizaba su administración “cobraría los 100 millones que pensaba
donar a la UAS”, error, si eso sucede, el gobernador no sólo daría un argumento
sino estaría echando gasolina al fuego porque remite a los años aciagos del
toledismo y, recordemos, al final la UAS terminó ganando al gobierno.
No podemos olvidar que en los
espacios universitarios coexisten alrededor de 180 mil sinaloenses entre estudiantes,
académicos y administrativos, además, hay una estructura política operativa que
ha demostrado eficacia movilizando y crearía problemas que hoy no tiene el
gobierno de Rubén Rocha.
Por eso, quizá el cálculo lento,
al medir “el agua a los camotes”, estamos ante grupos políticos poderosos y, lo
que está en juego -no nos engañemos- no sólo es la UAS, sino el futuro del
estado, por la definición del candidato de Morena a la presidencia de la
República.
El gobernador Rocha Moya y Héctor
Melesio Cuén se disputan desde hace casi un año quien de ellos operara la
campaña de quien resulte ganador en la interna del partido guinda y, por eso,
el nerviosismo que impera y se traduce en esta escenificación que, según la
prensa, se dio en la antesala de la Expo Agro Culiacán entre el rector y el
diputado Luque.
Hay un juego raro, teatral, entre
las partes en conflicto, pues un día se confrontan mediáticamente y otro, se
abrazan, en lugar de sentarse para discutir y acordar una salida negociada y evitar que se rompa el equilibrio y la paz que
tiene la Universidad desde décadas.
Ya recordaba en otro espacio una
conversación que sostuve con el finado Jesús Aguilar Padilla, cuando él era líder del Congreso del Estado y
me confió una certeza que seguramente la mencionó muchas veces: La UAS es un
elefante dormido y los políticos, debemos evitar despertarlo (y enojarlo) por
las reacciones imprevisibles que podría tener. Palabras sabías que deberíamos
aquilatar en este momento en que los políticos no están haciendo su chamba
Se que a esta postura
conciliadora se le podrá reprochar que con ella nada cambiaría y los males
permanecerían sin solución, pero no nos engañemos, el grupo al gobernador no le
interesa sustantivamente la Universidad sino apropiarse de ella, para sus fines
políticos y su contraparte, si bien tiene interés político, también está la
responsabilidad institucional del rector Madueña.
En fin, se percibe tensión y
desconfianza por la falta de diálogo y los tambores de guerra empiezan a sonar
in crescendo como el Bolero de Ravel y, lamentablemente, no anuncia un final
feliz y quizá, muy pronto los sinaloenses tendremos una primavera caliente si
los políticos no evitan un espectáculo que se agregaría lastimosamente al
existente en el resto del país.
Al tiempo.
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