LA FOTO CON DE MAULEON
LA FOTO CON DE MAULEON
Ernesto Hernández
Norzagaray
El fin de semana pasado al ver la
andanada insensata de ataques contra el escritor y periodista Héctor de Mauleon
decidí subir a mi muro de Facebook una foto con él y su pareja de hace unos dos
meses cuando visitaron Mazatlán y me lo presentó, el también escritor Juan José
Rodríguez, en la ya mítica Fonda de Chalio ubicada en el Paseo de Olas Altas.
Compartimos unas cervezas y
charlamos sobre temas del puerto interesándose por el de las desapariciones forzadas
-ese cáncer que carcome a México porque deja decenas de miles de familias rotas-
y le comenté un caso, que conozco de cerca, por lo que me pidió un teléfono para
contactar a la madre de ese desaparecido.
La contactó y unos días después publicó
un artículo sobre este caso en el diario El Universal donde relata el
sufrimiento de esta familia que a tres años de la desaparición y a pesar, de
que se han tocado todas las puertas habidas y por haber, no han obtenido ningún
resultado de las “investigaciones” realizadas por las autoridades del gobierno
del estado.
Técnicamente es el mismo destino
que tienen los miles de desaparecidos con los anteriores y actuales
gobernantes.
No hay diferencia con la fiscalía
del gobierno de la 4T, a la que se le acumulan los casos y no se ve que vaya a
ver una diferencia quizá termine por agravarse.
La charla la continuamos por la
noche en el restaurante Pedro y Lola -no me dejara mentir Alfredo Gómez Rubio,
a quién se lo presente- y nos despedimos hablando de Amado Nervo y su estadía
en Mazatlán – dicho de paso se sorprendió que la sede de lo que fue el Correo
de la Tarde y donde el bardo se inició como poeta y periodista hoy es un vulgar
estacionamiento. Igual “que en la Ciudad de México”, me dijo, con cierto aire
de resignación.
Le hice llegar mi libro Amado
Nervo: ¿precursor del nuevo periodismo? y he seguido su labor periodística convenciéndome
de que es profesional y está haciendo una contribución crítica al debate
público, entre otros temas, la política de seguridad pública.
Eso, por supuesto, no agrada al primer
círculo del poder, el presidente López Obrador lo sitúa entre los “periodistas
conservadores” y, no se diga, por el amplio sector de incondicionales que todo
se lo creen y lo repiten como dogma.
Bien, la cuestión fue que al subir
la foto de marras, aparecieron críticos que no escatimaron denuestos y calificativos
contra el periodista y algunos me cuestionaron por mis “amistades” y es que de Mauleon
había publicado un artículo en el diario El Universal bajo el título
inquietante: “Américo Villareal, financiado por el Cártel del Noreste: EU” (https://www.eluniversal.com.mx/opinion/hector-de-mauleon/americo-villarreal-financiado-por-el-cartel-del-noreste-eu)
que recibió un desmentido del embajador Ken Salazar, cómo era de esperar
viniendo de un diplomático a través de
una negativa “monosílaba” en una entrevista banquetera y no volvió a hablar sobre
el tema.
En cambio, de Mauleon en la
siguiente la semana publicó un artículo donde pide disculpa al senador José
Narro y al gobernador ya constitucional de Tamaulipas, Américo Villareal, y describe
la vía de como llegaron a su poder los cables “top secret” y a través de una
fuente que no es la primera vez que lo documenta de evidencia que involucra a
figuras políticas y se pregunta en su texto, sobre los cables clasificados”: “¿Me
equivoqué? ¿Me engañaron? Ya se verá”. (https://www.eluniversal.com.mx/opinion/hector-de-mauleon/sobre-los-cables-clasificados).
Este acto de honestidad
periodística fue interpretado como rendición por López Obrador, periodistas e “intelectuales”
del régimen obradorista se lanzaron contra él y en ese mismo tono, coincidió el
ataque a la periodista Peniley Ramírez, que reveló en el diario Reforma detales
del reciente informe presentado por la Comisión
para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa.
Ahí se menciona
que “casi todos los 43 normalistas que desaparecieron
el 26 de septiembre de 2014 fueron asesinados, descuartizados y enterrados esa
misma noche. Los criminales de Guerreros Unidos pensaron en quemarlos, pero
eran muchos cadáveres y cambiaron de opinión. Se los repartieron. Cada grupo
criminal se deshizo de los restos a su cargo como pudo”.
En
definitiva, publicar la foto con de Mauleon y su pareja, me permitió perfilar
mi círculo de seguidores en Facebook como intolerantes, felizmente no son
mayoría, quienes tienen el obradorismo como ideología, como dogma, donde no
cabe la duda, solo hay certezas como sucede con los religiosos.
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