DISTRAE, QUE ALGO QUEDA
DISTRAE, QUE ALGO QUEDA
Quien controla la agenda pública,
controla la opinión pública, es una máxima irreprochable en materia de comunicación
política.
Y es una exigencia mayor en
gobiernos con serios problemas de financiamiento para llevar adelante una
agenda pública sustentable que derive en una narrativa institucional
constructiva.
El gobierno de Sinaloa trae
problemas de dinero y se vio con la reciente visita del presidente López
Obrador a Mazatlán, cuando el gobernador Rocha Moya le solicitó un apoyo adicional
de 2 mil 618 millones para cerrar financieramente el año fiscal.
Aquel acusó recibo y respondió desde
el centralismo bondadoso que apoyara a Sinaloa.
Bien, ante esto, quiero ayudar a
entender desde la comunicación política la metralla mediática que ya menguo y se
volvió discursivamente correcta contra quienes dirigen formalmente a la UAS.
No me dice nada la trayectoria del
gobernador en la Universidad que pueda explicar desde los principios y la
racionalidad, la crítica severa contra las autoridades de la institución
rosalina.
Rubén Rocha, no es, lo que fue Liberato
Terán.
A Rubén lo veo abrumado por la escasez
de recursos para hacer un gobierno capaz de atender los problemas estructurales
de la desigualdad social y los efectos de la dinámica inflacionaria.
La vía distributiva amloista está
demostrado que tiene límites en el centralismo y la propia incapacidad de
atender la demanda creciente en los campos más sensibles: pobreza, salud, inseguridad,
servicios públicos, empleo, salarios…aguinaldos.
No hay dinero o mejor el meridianamente
suficiente, el mismo gobernador se han encargado de decir que su gobierno solo
podrá hacer obras pequeñas: bacheo, puentes, luminarias, un camino vecinal, una
cancha deportiva o reparaciones de obras públicas caídas.
Nada que ver con los recursos públicos
que tuvo en su despegue Quirino Ordaz que en 2016 alcanzó casi 14 mil millones
de pesos que le permitieron construir obra pública mayor en todo el estado y
ahora, a vuelta de los años, pide mantenimiento para evitar el deterioro.
Entonces, en un contexto adverso,
algo hay que hacer para mantener el control de la agenda pública y evitar que
los verdaderos temas cubran el espacio mediático.
AMLO, lo resuelve generando todos
los días burbujas mediáticas que buscan que estallen en la dimensión emocional de
todos los mexicanos y nos polarizamos entre los que apoyan al presidente y los
que lo rechazan -y lo hace exitosamente, como podemos ver, en los resultados de
las encuestas de esta semana.
Rocha Moya, lo intenta cada
semana a través de su conferencia de los lunes, pero ha demostrado que tiene
poco gas mediático porque una semana no es todos los días, Palacio Nacional no
es el Palacio de Gobierno y la Ciudad de México no es Culiacán.
Tampoco Rocha, es AMLO.
Entonces, lo que tenemos es que
en tanto no cambien las cosas para resolver los problemas estructurales del
estado, no sé ve por donde pueda salir el gobernador airoso con una economía que
sigue aportando el 2% al PIB y una espiral inflacionaria que está empobreciendo
silenciosa y rápidamente a los sinaloenses.
Entonces necesita poner el foco
donde le sea más útil para intentar al menos, tener control, sobre la agenda
mediática.
¿Lo está logrando?
No veo por donde porque muchos de
los temas que ha tocado en estos ocho meses de semaneras son mediáticamente
irrelevantes y efímeros, no pasan de uno a dos días de interés entre una
opinión pública distraída e indiferente.
Y en ese sentido necesita temas de
mayor aliento que le permitan mantener el ruido y el efecto distractor por más
tiempo.
Y no hay mucho de donde escoger aun
en medio de la problemática compleja porque no hay sectores organizados y
potentes que se pongan en el centro de la opinión pública y es que Sinaloa
sufre un rezago de activismo social.
Entonces, ante está ausencia, hay
que buscarla en las instituciones públicas autónomas como viene siendo la UAS,
que desde 2004 está en manos de un grupo político que dirige su paisano Héctor
Melesio Cuén.
La Universidad con más de 160 mil
profesores, estudiantes y administrativos es todo un tema del que se puede
extraer raja mediática por una larga temporada.
No hay un sinaloense que no tenga
un hijo o pariente en la Universidad y lo que pase en ella, es de interés para
esas familias que a su vez lo comentan con otras en la misma circunstancia.
Y en eso, está acompañado por el líder
de la Junta de Coordinación Política del Congreso que un día si y otro también
vapulea a la UAS.
Pero, nada más, ninguno de los
factores reales de poder del estado ha levantado la mano para apoyar la
andanada contra la casa rosalina.
Y ese silencio dice cosas, sobre
todo, que está solo en esta cruzada por mantenerse como el artífice de la
agenda pública.
Claro, la apuesta, serían las
auditorias que revelen malos manejos, pero, eso. después del discurso políticamente
correcto expresado en la ceremonia de inicio de cursos en la UAS es probable que
por recomendación de arriba se haya dado vuelta a la hoja pues finalmente Cuén
y el PAS son aliados de Morena.
Rocha Moya, queda solo como un
gobernante que lanza bombitas con tal de avanzar en su agenda política y mantener
distraída a la población con este culebrón que lleva varios capítulos.
Entonces, se trata de mantener la
conversación en torno a este tema que bien dice Adrián López, el director de
Noroeste, va para largo.
Si, va para largo, pero lo que le
importa hoy al gobernador es sostener el tema como instrumento de control de la
agenda y el desenlace ya lo veremos cuando se entrampe con el proceso de
nominación del candidato presidencial de Morena y el sistema de alianzas
locales o mejor, ya, cuando el gobernador se rinde y dice que “lo que sucede en
la UAS, es asunto de los universitarios”.
Además, frente a las elecciones
del 2024 dice que en caso de que se le consulte sobre el sistema de alianzas pedirá
solo dos cosas: que el PAS no se pelee con Morena y no judicialice la
separación de los consejeros pasistas que resultaron electos en el proceso para
delegados al Congreso Nacional de Morena.
Más que condiciones en su
imaginario, son las preocupaciones que trae el gobernador, porque entiendo que
ya se está litigando la violación de los derechos políticos de quienes por
indicación del gobernador no le reconocieron sus triunfos conforme a la convocatoria
de Morena que no previa la exclusión de militantes de otros partidos.
Y eso, hasta podría poner en
entredicho la integración del Consejo Directivo Estatal de Morena por
violaciones flagrantes al derecho de votar y ser votado que se sumaría al
cuestionamiento interno a la dirigencia estatal surgida de la encerrona de
delegados.
Mientras, tanto, habrá que buscar
otro tema, que continúe la tarea de distraer que algo queda.
Al tiempo.
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