¡YO ACUSO!
¡YO ACUSO!
A Miguel Torruco Márquez, secretario de Turismo del gobierno
federal, a Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa y a Luis Guillermo Benítez
Torres, alcalde de Mazatlán, por los contagios y muertes que se va a producir
como resultado de la celebración del Carnaval Internacional de Mazatlán.
El engaño concertado en marcha de que se están ponderando
distintas variables para la decisión entra en contradicción con todo el
operativo que se montando para algo que “no se sabe” si ocurrirá y que son
evidencia de que siempre estuvo considerado la realización del Carnaval.
Ya el alcalde de Mazatlán busca deslindarse, luego de que ha
sido el principal promotor de la insensatez, diciendo que es el gobernador,
quien tiene la última palabra, si en la víspera el semáforo de la pandemia se
encuentra en verde y si está en amarillo, le corresponde al gobierno municipal
tomar la decisión, pero, aun así, estaría en manos del gobernador la decisión.
Pero, la decisión del centro está tomada y por eso, Miguel
Torruco vino a Sinaloa a dar la orden de que se celebre el Carnaval, qué es la
voluntad de Palacio Nacional, para que sea parte de las acciones de recuperación
y no se detenga la economía.
Entonces, con está papa caliente, tanto el gobernador y el
alcalde, han hecho malabarismos penosos con las fechas y no tomar la decisión, que
recomienda la lógica de los contagios y muertes para no quedar mal con el presidente
López Obrador.
Pero, sin duda, habrán de quedar mal con el pueblo de Sinaloa,
será este el que sufra los contagios y muertes; las pérdidas de empleos e
ingresos, incluso como lo recordaba esta semana Helena Larsen, la dirigente de
la Canacintra Mazatlán, que en las distintas olas las empresas de esta cámara empresarial
se han visto afectadas agudamente en sus trabajos y proyectos por las
incapacidades médicas y el ausentismo, que conlleva los contagios y, peor, la
multiplicación de casos y muertes.
Nos dice el gobernador y el alcalde de marras, que, si se
cancela el Carnaval, se verán afectadas las empresas hoteleras que ya recibieron
anticipos y las preguntas que asaltan ante tamaño despropósito son: ¿Se impone
el interés de un selecto número de empresarios hoteleros por encima del interés
general? ¿Vale más el beneficio económico que la salud y vida de los habitantes
y visitantes? ¿De que tipo de Estado social estamos hablando que promueve una y
otra vez el morenismo con el gobernador a la cabeza? ¿Otro engaño más que se
revela con la disposición de organizar el Carnaval? y, todo, para luego salir a
decir, como sucedió en la primera ola, que “no existen apoyos estatales para
las empresas y trabajadores”.
De buena fuente me dicen que la idea es bajar o manipular el semáforo
para que “continúe la economía” operando cómo si no existiera el sentido común
y las tendencias de la pandemia que son al alza.
El mismo Héctor Melesio Cuén Ojeda, cómo secretario de Salud
en el estado, está en contra del manejo político de la pandemia y con cifras en
mano demuestra porque no es recomendable la celebración de la llamada fiesta de
la carne.
Y que de celebrarse podría transformarse en uno más de los
contagios y muertes cómo fueron la megafiesta de fin de año en Mazatlán, el playoff
y la serie final de beisbol y el concierto masivo del cantante Marco Antonio “Buki”
Solís que, dicho, de pasó nadie en los gobiernos se ha encargado de su efecto
en la salud pública.
Entonces, con estos antecedentes, alguien todavía duda sobre
la celebración del Carnaval, con este nuevo engaño pautado que indudablemente
lleva a la gente a convencerse de que la “fiesta de los mazatlecos” habrá de celebrarse
con bombo y platillo cómo lo vimos el fin de semana pasado en una plazuela
Machado abarrotada de música, reinas, alcohol, fiesta, papaquiz, todo ello
convocado por la autoridad municipal.
Por eso yo acuso a Miguel Torruco Márquez, secretario de
Turismo del gobierno federal, a Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa y a
Luis Guillermo Benítez Torres, alcalde de Mazatlán, por los contagios y muertes
que se va a producir como resultado de la celebración del Carnaval
Internacional de Mazatlán.
Por el engaño en que incurren de manera velada y en
obediencia de una directriz criminal ajena a Sinaloa, ajena al discurso humanista
de que se hace gala en las conferencias mañaneras en Palacio Nacional, al discurso
del propio gobernador Rocha Moya que obtuvo 624 mil votos en las pasadas
elecciones hablando de un giro a la izquierda y a un Estado social.
¿Y qué decir del Congreso del Estado? que está convertido en
testigo de piedra ante este tipo desatinos y las distintas fracciones sólo
hablan cuando se lo autorizan sus jefes políticos y en temas mediáticamente irrelevantes,
pero, dirán, peor, el alcalde Benítez Torres, de quien podríamos decir que es
el único que no engaña porque está en la línea de siempre, haciendo lo políticamente
incorrecto, en esta y otras materias.
El futuro del Carnaval está en manos de los tres de gobierno,
es una decisión tomada, repito, desde el centro del país, donde el gobernador y
el alcalde de marras, son simples operadores y engañadores, la decisión, no es
de ellos, eso significaría reconocerles el peor de los méritos.
Por eso, quien decidirá sobre el futuro del Carnaval, es y
será del pueblo mazatleco, quién estará en el dilema de acudir o no a las
concentraciones que conlleva con su estela de contagios y futuras muertes, no
hay que esperar mucho, después de lo ocurrido a fin de año cuando la gente se
volcó sobre Olas Altas y bailó, cantó, abrazó, besó.
Se dirá es la naturaleza del patasalada promedio y, si a eso,
le agregamos el marketing con el paisaje, la estética, la música, el oropel, el
confeti y los chorros de cerveza está dicho todo.
Pero, eso no exime de responsabilidad a los tres niveles de
gobierno, porque estando en capacidad de contener el “ser” del mazatleco son
los que con el engaño ridículo promueven las concentraciones.
Reitero yo acusó a Miguel Torruco Márquez, secretario de
Turismo del gobierno federal, a Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa y a
Luis Guillermo Benítez Torres, alcalde de Mazatlán, por los contagios y muertes
que se va a producir como resultado de la celebración del Carnaval
Internacional de Mazatlán.
Al tiempo
Comentarios
Publicar un comentario