EL V INFORME DE QUIRINO ORDAZ (NO SE PUBLICÓ)

 

EL V INFORME DE QUIRINO ORDAZ

 


Como muchos ciudadanos no tengo ningún problema para reconocer que Quirino Ordaz ha sido un gobernador de tiempo completo que en cuatro años y diez meses habría hecho más obra pública que los gobiernos sexenales que le antecedieron, incluso, que este mandato reducido, tuvo un componente humano con la construcción de hospitales, centros de rehabilitación física y estimulo del deporte sea como espectáculo o recreativo, ¿cuántas veces no se le ha visto a él y a Rosy, su esposa, rodando sus bicicletas o nadando en el mar con la raza de la Playa Norte de Mazatlán?

Todo ello en un escenario adverso. Le tocaron los “años de Hidalgo” del gobierno peñista y la llegada del austero obradorista, con un estado endeudado y cuándo mucha de esa deuda la heredó del polémico gobierno de Malova, y peor, todavía, cuando en los albores de 2020 estalló la pandemia el 28 de febrero con la llegada de aquel personaje ignoto que se había contagiado durante su estancia en Italia o España y  que fue detectado y aislado en una de las habitaciones del Hotel Lucerna para luego de la cuarentena ser puesto en un avión con destino desconocido dejando detrás la incertidumbre de contagio especialmente entre quienes utilizaban el prestigiado hotel.

Con la pandemia vendría la contracción de ingresos públicos y un aumento de la demanda social, sea de mayores recursos para los servicios de salud o de reclamos de apoyos a las empresas que veían caer su nivel de actividad, lo que llevó al gobierno a optimizar los recursos escasos en favor de la atención de la ola creciente de contagios y muertes por Covid-19.

Ahí están, como muestra, los más de 8 mil fallecimientos y las decenas de miles de contagios, pero, también, justo también, es reconocer aquellas decenas de miles de personas que habiendo estado contagiadas sobrevivieron gracias a la atención en los servicios de salud pública.

El domingo pasado escuche su último informe de gobierno y le salió la parte más tecnocrática de su formación académica y política. No me gusto. Esperaba un discurso más integral, para la historia, pero se le fueron los 30 minutos, en agradecer a los presentes y relatar las cuentas del último año de gobierno cuando la despedida obligaba hablar no sólo de la obra material, sino de la obra política y humana -Felizmente, en el informe de gobierno heterodoxo que hizo al lado de su esposa logró lo que no alcanzó el domingo pasado en la sede del poder legislativo.

En aquel discurso improvisó, cuando tenía el insumo para hacer un gran discurso por el momento histórico que le tocó vivir y eso, seguramente, desilusionó a una parte de la audiencia que esperaba más que el grito final de ¡Viva Sinaloa!, y el cuestionado lema del ¡Puro Sinaloa!

Recordemos, cuando inicia todo gobierno está obligado ha nutrirse de la información más elaborado del ámbito de acción pública y la experiencia personal, sea profesional o de la campaña política, para así hacer un diagnóstico lo más justo del estado de la cuestión y a partir de ello, delinear políticas y perfiles que garanticen sinergia de gobierno.

Quien, no lo hace, está llamado a fracasar y, vaya, los hay quienes “hacen camino al andar” con el consiguiente malgasto de los recursos públicos que en un estado con grandes carencias es un crimen de lesa humanidad.

Recuerdo haber conversado con Quirino Ordaz siendo candidato al gobierno del estado. Sabía de su ambición política, pero no había tenido oportunidad de charlar con él. No soy afecto a las conferencias de prensa o hacer relaciones públicas con políticos. De hecho, él me llamó para platicarme sus planes y me pareció un acto de humildad, de atención con el que escribe, y, seguramente, no sólo lo hizo conmigo, pero, entre las cosas que me comentó, fue su experiencia como administrador y me hablo, de su capacidad para ver ahorros, oportunidades y gestión de recursos federales y estatales.

Lo que luego se tradujo en políticas salpicadas de ese singular trato que terminó seduciendo a Peña Nieto y López Obrador. Con este continuó obras que le permitirán a Sinaloa contar con mejores vías de comunicación e impulsar proyectos de largo aliento, lo que indica que en política el trato, no la zalamería, es un instrumento de utilidad política para hacer buen gobierno.

Pero, aunque el perfil de Quirino Ordaz es tecnocrático, ¿cómo no, si estudió finanzas en el ITAM y siempre ha estado en áreas administrativas?, rápidamente, se alejó de esa imagen y llamó hacer un gobierno cercano a la gente. Viajaba, así, por todo el estado atendiendo demandas. Abriendo y mejorando caminos. Su gran legado será la obra pública pero también deja pendientes que deberá retomar Rubén Rocha y quiero apuntar a tres temas que tienen que ver con las tres dimensiones del Índice de Desarrollo Democrático elaborado por instituciones estatales, académicas y empresariales para medir la evolución democrática: Democracia de las instituciones, democracia social y democracia económica.

Primero, democracia de las instituciones, Sinaloa se encontraba en 2010 el lejano lugar 26, con un puntaje de 4,511 unidades, dentro del núcleo de los estados con “desarrollo democrático medio”, y en 2017, había mejorado ascendiendo al lugar 21 con un puntaje de 3,521 unidades y en 2020 cierra en el lugar 11;

Segundo, democracia social, el estado de Sinaloa en 2010 se encontraba en el sexto lugar nacional con 7,794 puntos con alto desarrollo democrático y para 2020, había retrocedido dos espacios, ubicándose en el octavo con 7,070 puntos entre los estados de desarrollo democrático medio, lo cual es significativo porque en este año hay un descenso generalizado en la escala, con excepción de Baja California.

Tercero, democracia económica, Sinaloa desde 2011, ha tenido una mejoría constante pues en aquel año se encontraba en el lugar catorce dentro del grupo de “desarrollo democrático medio” con 8,970 puntos y para 2017, había escalado al lugar once y finalmente, en 2020, se ubicaba en el noveno lugar con 7,570 puntos en el sector de los estados de desarrollo medio. A una distancia media de la Ciudad de México, Nuevo León, Querétaro, Aguascalientes, Durango y Estado de México que ocupaban los primeros lugares (Para una visión más completa recomendamos el libro que coordine con el Dr. Guillermo Ibarra: Los grandes problemas de Sinaloa).

Detrás de estas variables hay toda una agenda de gobierno pues identifica áreas e indicadores que no han sido atendidas suficientemente por el gobierno de Quirino Ordaz y, esperemos, las contemple el gobierno de Rocha Moya, quién ha ofrecido armonizar el programa social de la 4T en Sinaloa que es un acto de justicia, pero este, sino viene acompañado de reformas que animen entre otras cosas la participación ciudadana podríamos retroceder en lo avanzado.

Qué con Quirino, fue significativo, pues le cambio la fisonomía al estado y con eso dignificó la política y en esa materia deja alta la vara para medir.

 

 

 

 

 

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