LA OTRA TURBIEDAD
LA OTRA TURBIEDAD
Algo se está pudriendo y puede ir a peor. La semana que ha terminado estuvo plagada de
malas noticias para Sinaloa y ensombrecieron las que pudieran ser buenas, como es
la baja de contagios y fallecimientos por Covid-19. La violencia de baja
intensidad continúo en Culiacán y Mazatlán y sus alrededores con su estela de
muertes. Y sorprende, porque la Perla del Pacífico que se había mantenido libre
de crímenes de alto impacto, los tuvo, sin mucho aspaviento mediático, sin
embargo, permite suponer que la situación está cambiando.
La renuncia Acela Zatarain Ruiz, candidata a alcaldesa para
Concordia por la coalición “Va por Sinaloa” ha provocado rumores de que fue
amenazada con su familia si mantenía su ambición de gobernar este municipio que
esta entre los que provocan más desplazamientos forzados en el estado. También
se habla en medios periodístico de que lo mismo sucedió con otras aspiraciones en
Guasave y San Ignacio.
Y en este contexto turbio apareció la segunda parte de la
investigación periodística de Proceso-Riodoce sobre los vasos comunicantes del
grupo empresarial ARHE y publican nuevos hallazgos de la Unidad de
Investigación Financiera de la SHCP y, como parte de esta dinámica escandalosa,
Noroeste da a conocer que el alcalde de Mazatlán que busca la reelección contrató
una facturera con domicilio fiscal en Chiapas durante dos años erogando
alrededor de 31.4 millones de pesos y lo curioso, es que la empresa “multifuncional”,
pues lo mismo proporciona asistencia fiscal que servicios de pintura a
inmuebles, estaría ligada al mismo grupo bajo sospecha y sujeto hoy a
investigación por las autoridades hacendarias.
A propósito, no podemos dejar de recordar entonces el caso
Nafta, que para algunos observadores existe un hilo comunicante entre el
alcalde y la empresa ARHE que se ha reforzado con el pago millonario insólito que
hizo el Secretario de Gobierno sin haber mediado un convenio por el tema de la
gasolinera frustrada.
La periodista Anabel Hernández, por su parte, publica un
artículo en Dutche Welle en español, el prestigiado medio de noticias alemán
para América Latina, sobre una de sus obsesiones que es la narcopolítica y
donde señala el rol que está jugando el Cártel de Sinaloa en el presente
proceso electoral sinaloense incluso señala que “según fuentes de Morena… el Mayo ya dio el visto bueno del candidato a
gobernador, y que incluso ya se reunió con él”.
Y, por si fuera poco, la Fiscalía General de la República,
detuvo en alta mar un barco camaronero mazatleco con mil quinientos kilos de
cocaína lo que si bien no es un asunto político, sino de narcotráfico, no está
exento de contaminar el ambiente de la elección.
O sea, Sinaloa nuevamente
está en el ojo del huracán internacional, luego de una semana de iniciadas las
campañas constitucionales y el pronóstico, es que puede emporar, si se deja a
la inercia y esto tome su propio curso.
Si las instituciones públicas no reaccionan oportunamente para
que el ambiente no se siga cargando de malas noticias, que las cosas no se
compliquen, podría suceder lo que ya está ocurriendo en otros estados, donde la
violencia se ha metido a los procesos electorales alcanzado la vida de candidatos
a cargos de elección popular.
La atmosfera de
crispación y polarización que existe en el país, además, no favorece para
atemperar ánimos sino por el contrario atiza el ambiente. Y al atizar debilita,
genera vacíos, que son ocupados frecuentemente por actores criminales mientras la
conversación pública gira sorprendentemente alrededor de si Loret de Mola fue
parte activa del montaje del affaire Cassez o si Félix Salgado Macedonio merece
ser candidato a gobernador de Guerrero.
Y localmente no hacemos malos quesos. Los candidatos y candidatas
a gobernador hasta ahora están haciendo unas campañas autistas de lo que ocurre
y no está claro el diagnóstico y lo que ofrecen a los ciudadanos sinaloenses.
Apostando todo a la imagen, a tocar las emociones con un juego de beisbol o
abrazando a la Gilbertona, la interlocución está vacía y hasta existen concentraciones
públicas sin considerar que sigue la pandemia con sus contagios y muertes.
Así, si se asume que lo sucedido la semana pasada es solo
contexto y no merece mayor atención, habría que recordar que es parte de lo
mismo, de una realidad transfigurada, unas veces violenta y otras edulcorada, y
qué con otro tipo de políticos, llamaría a una reflexión colectiva sobre lo que
está sucediendo en el estado.
Animaría a prefigurar un plan de gobierno realista de
emergencia. Acorde con los grandes problemas estatales. Cierto, así suelen ser
todas las campañas, destinadas a estimular la parte del cerebro donde radican
las emociones dejando de lado los diagnósticos y las soluciones.
Ya veremos lo que sucederá en el primer debate entre los ocho
candidatos a gobernador que no me imagino operativamente como se llevará a cabo
en el periodo convencional de dos horas o sea, 15 minutos para cada uno de los
candidatos, nada, por lo que habrá que esperar estrategias que busquen colocar
una piedra en el camino del candidato puntero o esa frase oportuna, por
ocurrente, que se registra en el imaginario de quienes habrán de seguir este
ejercicio que dista mucho de ser de formación ciudadana.
En definitiva, los acontecimientos ocurridos la semana pasada
corresponden a la Sinaloa profunda, dura, la ausente de las campañas
electorales y si es así, el futuro se presenta poco esperanzador, para quienes todavía
leen los procesos electorales en clave de proyectos políticos transexenales y
no logran ver nada a través de las alianzas heterodoxas de las que hemos sido
testigos en estas últimas semanas y que serán, las que determinen los próximos
seis años de gobierno.
¡Al tiempo!
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