LA UAS Y LA REAL POLITIK
LA UAS Y LA REAL POLITIK
A Juan Eulogio Guerra Liera,
rector de la UAS, se le complica su llamado a respetar a la institución
universitaria para mantenerla a distancia de pretensiones políticas porque la
institución “no es un partido político”.
Y es que si bien está en su derecho
de hacer el llamado no puede pedir a Mario Zamora, el candidato para gobernador
por la coalición ¡Va por Sinaloa!, y a Sergio Torres, candidato al mismo cargo por
Movimiento Ciudadano que no se pronuncien contra del cacicazgo que ha creado él
junto con los exrectores Héctor Melesio Cuén y Víctor Antonio Corrales Burgueño
y que el mismísimo presidente López Obrador lo ha reconocido.
Y es que Héctor Melesio, quien recientemente
ha renunciado a su ambición de competir como candidato a gobernador por el PAS,
es conocido por tener poderes extraordinarios en la institución rosalina.
Y, hoy que líder también del PAS,
acordó ir en candidatura común con Rubén Rocha para que este compita por la
titularidad del gobierno del Estado bajo la fórmula Morena-PAS mete a la UAS en
un serio predicamento. Es imposible que Mario y Sergio no aprovechen ese nicho
para impulsar sus propias candidaturas. Entonces, el reclamo de Juan Eulogio se
vuelve vacuo, porque ha sido omiso con la presencia ubicua de Héctor Melesio provocando
un daño severo a la centenaria casa de estudios por las razones que esgrime el
rector contra los otros candidatos.
Y, por el significado de esta
alianza, que muchos han visto como traición de Rocha Moya a sí mismo, a su
discurso liberador de cacicazgos, es que la UAS está metida en un lío
mediático.
Sin embargo, los pronunciamientos
de Mario y Sergio, válidos como candidatos porque apuntan a uno de los grandes
problemas de Sinaloa, la apropiación privada de lo público sería más creíble si
antecede un compromiso con la institución.
A ambos de extracto priista, habría
que recordarle, que la existencia de este cacicazgo se explica en buena parte porque
los sucesivos gobiernos de este color no solo lo han tolerado sino han hecho
política con esta anomalía institucional llamada Universidad-partido, entonces,
su reclamo es hueco, ruido solamente, incluso, en esta contienda el PRI intentó
llevarlo de aliado, pero este pidió las perlas de la virgen y no se le concedieron,
por eso la distinguida universitaria Ana Luz Ruelas quizá no yerra cuando afirma
que si Mario Zamora gana la elección, irá al día siguiente a saludar a Héctor
Melesio.
Vamos, no basta con atacar el
cacicazgo para que esa población de 150 mil universitarios se ponga en sintonía
con quien habla fuerte o hace un video. Se necesita algo más de punch para que la
mayoría de los universitarios se sume a una candidatura del PRI o MC. Cierto, hay una molestia generalizada con
Rubén Rocha, por su incongruencia, por su falta de respeto a sí mismo, por desperdiciar
esta oportunidad para reivindicarse y devolver su dignidad y autonomía a la UAS,
y así emprender una nueva ruta, al son de la música esperanzadora que ofrece la
llamada 4T y que, en Sinaloa, hoy se llama pragmatismo, una suerte de
neoliberalismo político, dónde todo se vale, no hay ideología y principios que
valgan.
Héctor Melesio ya triunfó en el
arranque con la alianza completa y vaya
de que manera, siendo un partido que en 2018, quedó reducido a una diputada y
un puñado de regidores, ahora tendrá mano en las candidaturas de varias alcaldías,
entre ellas la de Mazatlán, que se la servirá muy probablemente al Químico
Benítez para sacudirse a cualquier otro aspirante entre ellos a Elsa Bojórquez,
la valiente síndica procuradora, distritos electorales y síndicos procuradores,
y en caso de ganar la gubernatura, insistirá en su sueño no cumplido con
Quirino Ordaz de hacer cogobierno con Morena, cómo lo señala animoso en un
texto que recientemente publicó en el Sol de Sinaloa.
Ahí, es donde radica la gravedad de
esta alianza, que la esperanza que muchos sinaloenses han depositado en Morena se
convierta en frustración y desesperanza. Y es que los factores reales de poder
sean los que sigan gobernando porque a la par vemos que los desprendimientos del
PRI tendrán el efecto de restarle votos a Mario Zamora, y la agregación de
Héctor Melesio y su partido es fortalecer la candidatura de Rocha Moya y al
proyecto continuista y llama la atención en todo esto el no al PT y al Verde.
Todos estos movimientos tratan de
alcanzar lo que en ciencia política se llama gobierno unificado en el poder
ejecutivo y en el legislativo, es decir, dominio absoluto del estado, que ningún
otro haga contrapeso más allá del ruido propiamente electoral de una oposición
débil, meliflua, irrelevante.
O, sea, los sobrevivientes de esa
izquierda que durante décadas picó piedra para crear una Sinaloa igualitaria y solidaria,
hay malas noticias, creo, que como nunca, se cierra la pinza para ejercer el
control del estado y de paso, se le manda decir a AMLO que en Sinaloa si habrá 4T,
pero la que sirva para la conservación del poder.
Vamos, estamos en la antesala de
un gobierno que muy probablemente tendrá poderes acotados, aunque Rocha Moya diga
“no cederemos nada del gobierno” y Mario llame a cambiar el estado. ¿Desde
cuándo las alianzas son de gratis?, saben, que, en caso de llegar al poder, eso
no sucederá que es y será una pieza ejecutiva de ese poder silencioso, tras bambalinas,
que es el que realmente estará operando, no Feliciano Castro, el viejo soñador,
que alguna vez se imaginó siendo el Che sinaloense y que hoy tiene el nombramiento
de coordinador de la campaña de Rocha Moya.
Quisiera ser más optimista y trasmitir
la idea de que Sinaloa manifestara un mejor futuro con la posible llegada del badiraguatense,
o mi paisano Mario Zamora, pero los datos y gestos a la vista, no me permiten concluir
con ese sueño que, a muchos sinaloenses, especialmente universitarios, hoy los tiene
deprimidos y solo los más oportunistas y fanáticos le buscan la cuadratura al
círculo.
Y es que, cómo despiadadamente correcto
lo señala Alejandro Sicairos, en su colaboración del pasado martes, el problema
es que con estas alianzas no habría círculo, hay lo que hay y no habrá de otra.
Ya está decidido.
Y el pedido de Juan Eulogio será
anécdota, parte de la tragicomedia, que estamos viviendo los sinaloenses y la
UAS seguirá siendo en esta campaña una referencia de los despropósitos que
están juego, del summum molesto y algo más, la estatua de mármol de la incongruencia
que exalta el cineasta polaco Andrzej Wajda en una película memorable sobre la real
politik. Óraleee!, cómo clamaría, el
payaso Brozo.
Publicado en el diario Noroeste el 6 de marzo de 2021.
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