DOGMAS, CHANTAJES Y FIN DE LAS IDEOLOGÍAS
La idea de ir en coalición se ha
convertido en un axioma político que nadie rebate porque detrás de ella está la
idea de sumar y sumar, es una palabra mágica en política, un dogma, en tanto está
vinculada a las mayores posibilidades de triunfo electoral.
El senador Mario Zamora es ahora el
mejor ejemplo de quien cree en el dogma sumatorio cuando recupera una máxima de
su abuela que decía seguramente frente a un fogón pobre en alimentos: “Para que
alcance tiene que sobrar” y así, con esa enseñanza familiar antigua, busca ser
candidato, en caso de que prospere en la alianza local de candidaturas comunes del
PRI con el PAN y el PRD.
Menos dogmática es la expresión
de Héctor Melesio Cuén Ojeda, dirigente y líder moral del Partido Sinaloense
(PAS), quien, dice, con un toque de humor: Me alquilo para ser candidato a
gobernador y luego, agrega, en un acto de rendición ante la realidad de los
amarres, que si el PAS lo postula buscará nuevamente ser el gobernador del
estado (¿Habría alguna posibilidad que le digan que no, que se haga a un lado y
mire los toros desde la barrera?)
Y en esa tónica, está también Sergio
Torres, que ha aceptado la postura del partido Movimiento Ciudadano (MC) de no
ir en coalición en estas elecciones concurrentes y así, con esos arreos que seguramente
están pensados en clave de fortalecimiento de la burocracia del partido y mejor,
de los barones de la formación naranja, será su candidato a gobernador.
Los aspirantes morenos lo tienen
claro irán en coalición con el PT en todas elecciones en juego, un novedoso
tipo de dogma es esa alianza entre Morena y la formación de origen maoísta y mejor
todavía, los evangélicos, que irán de nuevo por su registro como partido
político nacional.
Es decir, esa coalición
variopinta es una mezcla rara de obradorismo lo que signifique como ideología y
un maoísmo muy electorero, más el toque religioso de los evangélicos. ¿Qué
resulta? Estimado lector, saque usted las conclusiones.
Lo cierto, es que de facto el mito
triunfador de la “suma” está haciendo agua en Sinaloa y, eso, le dará una
singularidad a nuestro proceso sucesorio después de qué durante mucho tiempo,
el dogma no se discutía, se asumía como un acto de fe, y con él, se ganaban y
se perdían elecciones.
Las primeras coaliciones que
derivaron de la LFOPPE en los pasados años ochenta y podríamos decir que fueron
algunas pragmáticas y otras ideológicas, entre las primeras estaban las que PRI
hacia con membretes electorales y las ideológicas, de la izquierda electoral
después del desvarió de los años setenta, que hacía pininos construyendo en
1985, la alianza heterodoxa que reunía a los leninistas de la Corriente Socialista,
los comunistas del PCM y los trotskistas del PRT, en el Movimiento Popular
Sinaloense (MPS), que postuló como candidato a gobernador a Rubén Rocha Moya,
hoy el aspirante mejor posicionado en la cantera morenista.
En el PAN, por esos años, era
impermeable las alianzas con otras formaciones y apostaba todo a su credo ideológico
de la “subsidiariedad y el bien común” democristiano y franjas de la sociedad sinaloense
le respondieron en el acto para que obtuviera sus primeros diputados de
representación proporcional y más tarde, alcaldías.
Luego, cuando las elecciones se
volvieron competitivas, apareció el dogma de las alianzas sin el matiz
ideológico, o, mejor dicho, el pragmatismo se volvió la ideología de la
posmodernidad política. Aquella de que en aras de alcanzar el poder “todo se
vale”, aunque en un principio, con cierta reserva, de no mezclar las ideologías,
respetando los principios de pluralidad y diversidad política.
Sin embargo, eso se acabó en 2018, cuando el
fenómeno del pragmatismo se puso de manifiesto en la alianza de Morena con el
PES, con los poderosos grupos evangélicos, que brindaron apoyo a la candidatura
presidencial de Andrés Manuel y si bien, sus votos no alcanzaron para el
registro, si le alcanzaron una representación en el Congreso de la Unión, y en algunos
de los Congresos locales, lo que le ha permitido a Andrés Manuel tener una
mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, eso, que tanto molesta, a los
intelectuales del grupo editorial Nexos.
Esa mayoría absoluta es la que le
ha permitido a López Obrador tener control del presupuesto público y empujar
las reformas de la 4T, lo que ha provocado enojo en la oposición de derecha,
centro e izquierda partidaria, y están en la tarea de sumar, para en 2021 enderezar
el barco obradorista hacia un destino programático no del todo claro.
Es lo que explica la alianza que hasta
hace poco era impensable entre el PRI y el PAN, del PAN con el PRD, que ya se
ha formalizado en algunos estados de la federación y qué en Sinaloa, no termina
de cuajar y no es seguro que suceda por lo que hemos dicho en otra
colaboración: El capital político de Quirino Ordaz, se diluiría en unas siglas
marcadas por el descrédito y peor, que localmente oscilan entre la
sobrevivencia y la desaparición.
Ergo, Quirino cree, que el
PRI puede solo ganar la elección de gobernador, por eso, por ahora, está deshojando
la margarita con los dirigentes nacionales de su partido.
Y en esa dinámica de agrupamientos
por el lado de Morena, y la definición del gobernador, cobra relevancia la
postura asumida por Héctor Melesio, quien lanza la amenaza de que el PAS vaya solo
en esta contienda a gobernador, o sea no como aliado bisagra, sino como
adversario de Morena y el PRI.
Quizá, es una suerte de chantaje
político, para elevar el costo de la alianza con uno u otro, y le puede
funcionar, porque sin duda las elecciones constitucionales, serán competitivas,
y al final tendremos un mapa político marcado por la pluralidad de todas estas
fuerzas descafeinadas que prefiguran un futuro raro, marcado por el fin de las
ideologías, y el ascenso del personalismo en la representación.
En definitiva, si tenemos cuatro candidatos a
gobernador competitivos en las elecciones de 2021 puede provocar dos fenómenos:
qué se imponga el voto útil si viene cerrada la competencia PRI-Morena o que se
pulvericen los votos.
Pero, antes, deberá aclararse, si
habrá dos o más candidatos a gobernador.
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