De aspirantes y suspirantes morenistas
Escribo entre la bruma de la
desinformación, los rumores, las fake news, el incumplimiento de las
fechas establecidas y los plegamientos, en uno u otro, aspirante de Morena.
Todo parece ser volátil,
cambiante, efímero e insostenible.
Cómo antes sucedió con los
partidos que estaban en la misma condición de la hoy formación morada, y a la qué
todavía en 2018, le faltaron candidatos y entonces tomaron de aquí y de allá
para completar las listas electorales. Vamos, para cumplir con sus obligaciones
de postulación que tiene toda formación política.
Hoy, en cambio, cualquiera quiere
y puede registrarse como candidato a gobernador (hay 14 inscritos), como si no se
necesitaran oficio político, formación económica o jurídica, y todo fuera un
asunto de ganas, de una tómbola o un acto de suerte.
Y, hay verdaderos desvergonzados,
pues detentando una representación política dónde no se les han visto luces de
ningún tipo, incluso, los hay quienes se han corrompido “legalmente” bajo los
colores de Morena votando por el PRI o se pliegan penosa y acríticamente, a las
posiciones de su alcalde o coordinadora parlamentaria.
Pero, no sólo hay en la búsqueda
de la candidatura de gobernador, los hay también quienes sin rendir buenas
cuentas buscan la reelección de alcalde y de diputados.
Todo, menos salir del presupuesto,
parece ser su máxima, dejar de recibir los beneficios y las caricias del poder o
el zalamero reconocimiento público, como señor alcalde o estimado diputado y el
hola, amigo regidor o amiga regidora.
Faltaba más.
Pero, también, están los otros,
los que van en busca del relevo y más o menos con los mismos arreos construido con
la piedra de las ganas, pues las elecciones generales del 2018, demostraron que
en un proceso de cambio de gobierno cualquiera puede llegar y así, hay
aspirantes alcaldes que no conocen los problemas de su municipios y las funciones de ley de munícipe o quien busca ser
legislador, no ha tenido la curiosidad de leer los 136 artículos de la Constitución
o el reglamento que rige las actividades
del Congreso del Estado -Y, claro, menos, las de la Cámara de Diputados. Y es
que sólo tienen ganas.
Y, esto, no sólo se explica en
clave de ambición personal, mucho tiene la culpa, que Morena es antes que un
partido un movimiento político, una formación “catch all“, agarra todo, y estas formaciones tienen como rasgo común la falta
de institucionalidad, la ausencia de reglas basadas en su habituación como práctica
política, con objetivos comunes en la militancia, porque domina la movilización
de masas (pero, la verdad, ¿quién moviliza hoy a grupos afectados por la
pandemia y sus efectos en los ingresos familiares, el recibo de la luz o el
gas?)
Por eso, es la rebatinga, los
golpes bajos, el jalón al qué está subiendo en las preferencias y la docilidad
con el que supone lo puede llevar a subir al ansiado cargo, y eso que hoy vemos
en la disputa por la nominación de gobernador pronto, muy pronto, la veremos en
las nominaciones de legisladores y alcaldes, regidores y síndicos procuradores.
Faltaba más.
Morena, al presentarse en las
próximas elecciones, sabrá del desgaste natural de gobernar, y los ciudadanos
tendrán en sus manos su futuro.
Es muy probable que la mayoría de
la gente que votó AMLO lo siga apoyando por sus políticas sociales, pero ese mismo
ciudadano: ¿qué incentivos tiene para apoyar a un alcalde que no hizo su
trabajo y qué dejará peor su municipio a cómo lo recibió? ¿Qué gastó lo
ingresos municipales cómo si fuera dinero de su bolsillo? Y, qué decir, del
legislador que no volvió a su distrito electoral o el regidor, al que nunca se le
vio preocupado, por el problema de los servicios municipales.
En definitiva, que han sido los
grandes ausentes en los asuntos públicos, y qué por un llamado de su conciencia
oportunista, se animan a buscar un nuevo cargo para seguir mamando de la ubre
del gobierno, bueno, a esos señores y señoras, si logran meterse a las listas electorales
les espera una campaña cuesta arriba y ya veremos, el resultado, si los otros
partidos postulan mejores candidatos.
Faltaba
más.
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