¿QUIÉN APAGARA EL FUEGO?
La sintonía
que hay entre diez gobernadores del norte, centro y sur del país que pertenecen
al PAN, PRI, PRD y MC en torno a un nuevo federalismo, a un nuevo pacto fiscal entre
estados y federación, busca poner, de nuevo, en el centro de la discusión
nacional un reparto más equitativo de las contribuciones de cada una de las
entidades a la hacienda pública o, en su caso, nos dicen estos ejecutivos, movilizaran
a su población a través de consultas públicas sobre mantenerse en el pacto de
la federación.
Esta sintonía no
hay que verla solo como un recurso coyuntural para ganar votos en las próximas
elecciones porque el fiscal es un tema muy sensible en los estados que hacen
una mayor contribución a las finanzas nacionales. Y su verdadera dimensión la
veremos, cuando se dejen sentir los efectos sociales de la reducción de las
participaciones federales en los estados, en un año que se pronostica
complicado por la pandemia y la caída de ingresos de la federación, los estados
y los municipios.
Es previsible,
vamos está cantado, que en el Presupuesto de Egresos de 2021 vengan recortes para
todos los estados y eso significa menos circulante y contracción del consumo. Y
al contraer el consumo se contraen los ingresos de los estados y municipios. Ciertamente
hay que cuidar el dinero escaso y evitar que se lo lleven las redes de corrupción
que todavía persisten en todo el país. Incluso, cuando alcanzó hasta el
Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado que demostró que el ladrón sigue en
casa haciendo de las suyas y provocó la renuncia de su titular, el prestigiado
académico Jaime Cárdenas.
Entonces, la
decisión de centralizar el dinero escaso está reforzando este movimiento
federalista que no nuevo incluso ha estado en los programas electorales del PRI
y el PAN, pero se queda en eso, en papel y discursos, porque llegado el momento
del ejercicio del poder presidencial y al tener la mayoría absoluta en Poder
legislativo, no significa un rediseño constitucional y reglamentario que eleve
los ingresos de los estados que más aportan a la federación.
Y bien lo dice
Arturo Herrera, el Secretario de Hacienda, la ley vigente es la que aprobó la
mayoría calderonista en 2007, y hoy los panistas, quieren echar abajo por “abusiva”.
Ahora bien, en
el supuesto que hubiera consenso para modificar el diseño constitucional este provocaría
un problema mayor que seguramente lo vio venir Calderón cuando la impulsó con
su mayoría legislativa. No el de la corrupción galopante que en sí es un
problema, sino el dinero que adicionalmente se le devolvería a los “estados
ricos” provendría de los “estados pobres” y eso podría producir otro tipo de
problemas sociales y políticos.
Ya lo hemos visto
con los estallidos sociales venidos desde la desesperación que trae la pobreza.
Y eso, quiero pensar, es lo que explica la reticencia para hacer un federalismo
más ajustado a las participaciones de los estados a la federación.
Pero, igual, al
no haber diálogo entre la federación y los estados, no hay márgenes para
construir acuerdos y eso está provocando la polarización que estamos
presenciando. Y, sin duda, el debate federalista se inscribe en el marco de la
lucha por el poder, son las elecciones de 2021, pero también la consulta de
revocación de mandato en 2022 y las elecciones presidenciales de 2024, y en esa
lógica todos los adversarios quieren ganar. Y eso nos lleva solo a un espacio
de mayor tensión. Nada favorable para la negociación y el acuerdo.
Esta semana Enrique
Alfaro, el gobernador de Jalisco, ha dicho que consultara a los tapatíos sobre
mantener a su estado en el pacto federal. Y al rato, lo harán otros gobernadores,
y eso sin lugar a duda habrá de alimentar un nuevo tipo de odio que pensábamos que
estaba sepultado en el siglo XIX, cuando el choque entre centralistas y federalistas
balcanizó el país y perdimos una buena parte de nuestro territorio.
Fuera este
hacia al sur con la separación de la región centroamericana con la constitución
en 1824 de la República Federal de Centro América para luego seguir su propio
proceso de creación de los estados nacionales, vino después la República de
Yucatán (1823), que incluía además de su territorio también el de Campeche y
Quintana Roo, pero en 1948, definitivamente se integra a la República federal.
Sin embargo,
el movimiento separatista fue más palpable en el norte del país cuando se constituye
fallidamente la República de Rio Grande (1840) que comprendía los actuales
territorios de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y parte del actual estado de
Texas, que estaban en contra del gobierno centralista de Anastasio Bustamante; ahí
esta como ejemplo, también la exitosa República de California provocada por los
colonos estadounidenses, los llamados bear flaggers, que derrotaron al
débil ejército mexicano (1846) y la República de Texas que inicio inmediatamente
después de la derrota de las fuerzas virreinales para constituirse como tal en el
periodo 1836-45 antes de sumarse a la unión Americana.
Se podrá decir
con objetividad que no es lo mismo. Que la naturaleza del movimiento político actual
es muy distinta, sin embargo, ahí tendríamos, aun con los candados constitucionales
que son difíciles de romper, un problema que no teníamos hace unos días porque todavía
está en el nivel del debate político, pero es un tema latente.
Jaime
Villasana, un politólogo que defendió su tesis doctoral en la Universidad del
País Vasco, bajo un título que adquiere hoy tintes premonitorios: Regionalismo
político en México en el período 2000-2007: ¿un fenómeno que resurge?, (https://docs.google.com/file/d/0Bxgz2HjNKePyM1hlbUtlRGdWVEk/edit),
explora las pulsaciones de los movimientos separatistas reales y virtuales en
esta época.
Sobre los
primeros nos dice, que la inmensa mayoría de los intentos fueron efímeros: “salvo
dos movimientos reales que tuvieron corta vida: República de
Sierra Madre y el Movimiento Separatista del Norte”, mientras, los virtuales a los que ve más intensos y
continuos nos dice: “La primera página de Internet en
promover un movimiento virtual secesionista data de 1997,
siendo su lema principal “Nuevo León tiene derecho a su libertad”. La página
dejó de existir hace al menos 10 años. Luego se crearon los foros virtuales los
cuales existieron hasta 2008, año en que Facebook comenzó a fortalecerse como
el espacio ideal para promover este tipo de movimientos. Fue en esos foros
virtuales donde la polarización de la elección presidencial del
2006 también encontró su desahogo, principalmente de
norteños manifestando su deseo de separarse del país por “culpa” de Andrés
Manuel López Obrador”.
O
sea, la moneda está en el aire, entre los diez gobernadores hay algunos que son
impresentables y que no les auguro mucho éxito si deciden hacer la consulta en
sus estados, pero hay otros que podrían lograrlo sobre todo si el discurso
político busca sacudir la conciencia de que les están quitando lo que es suyo.
O mejor, de aquellos son culpables de que no haya hospitales equipados suficientes,
medicinas y médicos…
En
fin, el tema ya está en la antesala de las próximas elecciones y augura una
mayor tensión, a menos que se imponga la cordura y alguien apague el fuego antes
de que llegue o lo resuelvan las urnas.
¡Al
tiempo!
.
Comentarios
Publicar un comentario