EL CASCARON Y LA ALIANZA ´FEDERALISTA´
Corría el primer año del gobierno
de Vicente Fox y con él un debate que sostenían Ernesto Derbez y Jorge
Castañeda sobre que había que hacer con el PRI, el primero sostenía que había
que cohabitar con el otrora todo poderoso partido de Estado, mientras el segundo,
era de la idea de que había que darle el tiro de gracia para estar a tono con
la campaña del guanajuatense que había sostenido contra las “víboras y
tepocatas”.
Mientras resolvían este diferendo
en el gobierno panista había malestar en las filas del tricolor porque en caso
de ganar la postura de Castañeda se vendrían problemas en la relación entre los
ejecutivos federal y estatales, incluso, algunos percibían el riesgo de que
algunos gobernadores enfrentaran la justicia por la comisión de delitos.
Juan Sigfrido Millán, era
entonces el gobernador de Sinaloa y estaba a la mitad de su mandato
constitucional, y consensa con los gobernadores del PRI que eran mayoría, la
necesidad de crear un sindicato que al mismo tiempo que fortaleciera el poder
de los estados sirviera de muro de contención ante eventuales ataques
centralistas.
Afortunadamente para los
gobernadores del PRI la postura de Castañeda no prosperó y se impuso la cohabitación
de Derbez. Fox además era de la idea de fortalecer el bipartidismo PRI-PAN
frente a un PRD que en 1997 había empezado a mostrar músculo al ganar con
Cuauhtémoc Cárdenas el Distrito Federal.
Entonces, la iniciativa del
gobernador de Sinaloa llevó a que el 9 de agosto de 2001 se celebrara el acto
inaugural de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) en el puerto de
Mazatlán. Que sirvió más para tender puentes con el gobierno foxista que de
construcción de una muralla que detuviera los eventuales golpes desde la
presidencia de la República.
El llamado a construir la llamada
CONAGO por supuesto contó con la amplia mayoría de los gobernadores priistas y
fue notoria la ausencia, y cautela, de los gobernadores panistas.
Para el gobierno de Fox y los
gobernadores panistas estaba claro que esa convocatoria tenía como objetivo el
blindaje político y eventualmente construir puentes para la negociación y
reacción con el nuevo gobierno.
Vicente Fox, avaló la postura de
Ernesto Derbez, y se olvidó de la oferta más radical de su campaña presidencial
que era minar al PRI lo que dio oxígeno a un priismo que había quedado
prácticamente abatido en los comicios del verano del 2000.
A Fox le preocupaba más que la
izquierda electoral pudiera avanzar y estar en condiciones de ganar la Presidencia
de la República al finalizar su gobierno -lo que estuvo a punto de suceder y
cada día hay mayor evidencia del fraude electoral de 2006- por lo que le ganaba
la idea de fortalecimiento del bipartidismo como barrera de contención.
El PRI en tanto acumuló fuerzas y
aunque no estuvo en la jugada de 2006, logró recuperar espacios perdidos en el
legislativo y conservar posiciones en los estados.
Se preparaba para el regreso al
poder en 2012. cómo sucedió con la candidatura de Peña Nieto, que ahora sabemos
fue gracias a los buenos oficios de Emilio Lozoya como responsable de drenar
recursos privados a la campaña de su entonces amigo.
El sindicato de gobernadores o
mejor la CONAGO, para entonces se había vuelto plural y convivían en sus
reuniones anuales gobernadores de todos los colores, el objetivo inicial había
quedado como un simple recuerdo de resistencia y ahora los encuentros servían
para escuchar al presidente en turno hablar sobre los grandes temas nacionales,
tomar las fotos protocolarias y convivir disfrutando la buena mesa y el vino de
los anfitriones, pero para nada fortalecer en los hechos el federalismo.
Esa fue la tónica de la CONAGO
durante casi dos décadas y todos estaban tan cómodos que a nadie se le ocurría
generar grupos para servir de contrapeso al poder presidencial, mucho menos
hacer pronunciamientos que incomodaran al huésped de Los Pinos, por eso llama
la atención de que está semana se formalizara la ruptura y se constituyera con
diez gobernadores la llamada Alianza Federalista porque con AMLO “está en
peligro la democracia”.
Con AMLO está en peligro muchas
cosas sea por su lucha sin cuartel contra la corrupción, contra los privilegios
de una camarilla empresarios y políticos, incluso, corre el riesgo que la
pandemia termine por desbarrancar la economía y que se cumpla el pronóstico de
que a finales de este año haya 10 millones de nuevos pobres, pero de ahí a que
esté en peligro la democracia representativa aparece más como un slogan que un
hecho firme y constatable aun en una
presidencia ciertamente fuerte y personalista.
Además, hablar de que está en
peligro la democracia teniendo en esta Alianza Federalista a personajes como Francisco
García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, que esta comprometidos con los
“moches” para la aprobación de la llamada reforma energética es un verdadero
desatino político.
Entonces, lo que parece estar
claro es que está decisión tiene más visos futuristas que una preocupación real
por la calidad de nuestra democracia y basta ver que entre los convocantes
están visibles dos presidenciales con peso específico que son el chihuahuense
Javier Corral y el tapatío Enrique Alfaro.
Uno de los dos seguramente estará
en la papeleta presidencial del 2024 y eso le da sentido a este movimiento
“federalista”, y también es de reconocer que, en un país con escasos
contrapesos políticos, es una buena noticia porque podría atizar el debate
público sobre los grandes problemas nacionales en un momento crucial de nuestra
historia.
La pandemia y la crisis económica
que tendrá su momento más álgido en 2021 a decir por las autoridades
hacendarias y los organismos internacionales, obligan a un gran debate entre
los líderes de los estados y la federación, en el legislativo federal y de los
estados, y el primer asalto lo tendremos en la discusión de la Ley de Ingresos
y el Presupuesto de Egresos para el año 2021 que en la idea de fortalecer proyectos
de inversión regional hace un recorte a los estados de la federación.
En definitiva, la CONAGO estaba
llamada a desaparecer o transformarse porque fue creada como un espacio de
resistencia del priismo y evolucionó hacia un espacio de discusión de los temas
nacionales, pero sin efectos vinculantes y ahora con este desprendimiento está
liquidada y los “federalistas” buscan recobrar lo que le dio origen: la
resistencia ante poder presidencial para construir una candidatura en 2024.
¡Al tiempo!
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