PROTESTA A TODO LUJO
¡AMLO ya vete!, ¡AMLO dimite!,
fue la constante de las consignas que estaban registradas en los autos de alta
gama que se movilizaron el domingo pasado en las ciudades más pobladas del país
y en particular en Culiacán, Mazatlán y Los Mochis.
Fue una acción concertada en el
marco de las libertades que tenemos y ejerciendo el derecho de convocar a quien
simpatizara con ese llamado. No hubo hasta donde se sabe ninguna contención
policial y las caravanas transcurrieron sin mayor contratiempo y eso permite hacer
un balance positivo para los organizadores y, también, para el respeto del
gobierno.
El clima de las libertades que
vivimos lo permite y no podemos dejar de reconocerlo aun cuando la demanda
central de las rayadas iba en contra de un derecho representado legítimo, cómo
es el poder votado, el constitucional. Recordemos que AMLO obtuvo el 53% de la
votación emitida lo que significó más de 30 millones de votos lejos, muy lejos,
del resto de los candidatos presidenciales.
Y, hoy tiene más apoyo, pues según
estudios demoscópicos, rondaría en promedio por del 60%. Y, solo una franja de
los votantes estaría inconforme con el desempeño del nuevo gobierno.
Entonces, si las oposiciones tienen
un espacio de la representación en el Congreso de la Unión, en los gobiernos de
los estados y municipales, es ahí donde principalmente debería manifestarse
como lo está haciendo el sindicato de los gobernadores opositores que se han
pronunciado razonablemente en contra del gobierno central y exigen un nuevo
pacto fiscal donde se disminuya el peso del centro sobre los estados.
Una discusión qué resulta apremiante
en un contexto creciente de demandas por la crisis sanitaria, sin embargo, esto
reclama reformas constitucionales para una reasignación de los recursos federales.
Y ello, exige consensuar o tener mayoría
en el Congreso de la Unión y en dos terceras de los legislativos locales, con
lo que no cuenta la oposición.
Quizá, eso explica, que el sector
más duro de esta oposición se pronuncie por salir a la calle en sus autos de
alta gama en contra del presidente. Pensando, ilusoriamente, que con tal
ostentación de riqueza podrán convencer a las decenas de millones de parias de
que este gobierno no les sirve. Qué no le sirve a nadie más que al grupo en el
poder. No creo que hayan podido dejar instalada esta idea por la ostentación de
lujo y que fue objeto de burlas en las redes. No obstante, hay que reconocerle capacidad
de movilización y la puesta en marcha de un plan destinado a minar las bases de
sustentación de un poder legítimo.
Y no parece que vayan a parar las
movilizaciones de aquí a las elecciones intermedias de 2021, por el contrario,
es previsible, un aumento en todos los frentes para persistir en la idea de que
el gobierno de AMLO “no le sirve a nadie y tiene que irse”. Y es que, en 2021, estará
en juego la Cámara de Diputados y las elecciones generales en la mayoría de los
estados.
Será su prueba de fuego y una nueva
derrota para el PRI y el PAN, y sus aliados, significaría prácticamente inhabilitarlos
para que puedan ganar la consulta de revocación de mandato prevista en 2022 y de
ahí a las elecciones presidenciales y legislativas de 2024.
Así, que los organizadores de la caravana
en autos de alta gama tienen una tarea cuesta arriba y han empezado mal primero
por la singular movilización en un país en que la gran mayoría no tiene un auto
y menos uno de alta gama; y, segundo, el eslogan es técnicamente golpista, en
una democracia no se puede exigir la renuncia de un poder electo si no es bajo
los procedimientos establecidos en la Constitución.
El drama de la crisis sanitaria ofrece
elementos para sustentar ese pedido, sin embargo, habrá que señalar que
seguimos por debajo de la media internacional. Nada comparado con Brasil o los Estados
Unidos de Norteamérica. ¿Qué puede empeorar?, sin duda alguna, está semana en
un solo día se registraron más de mil fallecimientos, aunque, se aclaró oficialmente,
que eran acumulados de varios días.
Y es que no se necesita ser
agorero para intuir que habrá quienes quieran sacar beneficios de los problemas
añadidos al colapso sanitario. Y es que,
no pinta bien la cosa, cuando habrá una caída al menos de –8% del PIB que va a
llevar a la perdida de millones de empleos formales e informales con la probable
quiebra de decenas de miles de PYMES.
Sin embargo, los opositores están
en desventaja, sea por la percepción que se tiene de ellos o peor porque está
viendo al PRI y el PAN en plan desestabilizador, y, sobre todo, porque no
tienen una propuesta consistente que permita prever que con ellos se evitaría que
empeoren las cosas o también que no se ve una actitud de colaboración en medio
de la crisis sanitaria.
Y eso, hoy, muchos mexicanos lo están viendo y
seguramente serán votos en contra. Así, tenemos un escenario poco favorable
para esta oposición salvo que enmienden la ruta hacia una mayor colaboración en
la solución, no con el gobierno, sino con México.
Sorprendentemente, este auxilio, lo
estamos viendo por las razones que sean entre las grandes corporaciones que, en
lugar de replegarse en posturas más defensivas, litigantes, han decidido poner
el hombro pagando deudas multimillonarias al fisco que darán un fuerte respiro
en medio de la contracción del PIB a niveles negativos
¿Qué habría pasado si estuviera
un gobierno del PAN o el PRI? No lo sé, pero lo sospecho, probablemente hubiera
sido la continuación de las negociaciones secretas que evitaban que esas cifras
multimillonarias llegaran a las finanzas públicas y una parte de ellas se fuera
a las cuentas privadas de políticos y funcionarios públicos.
O sea, está oposición, tendrá que
renovar estilos de hacer política de penetración social y renovar el discurso, reconociendo
los logros del gobierno, alejarse de la crispación, para avanzar en el terreno de
que le vaya bien a México independientemente quien esté en los tres niveles de
gobierno.
Al tiempo.
07/06/20
Comentarios
Publicar un comentario