ESTE 10 DE MAYO: ¡NO CHINGUES A TU MADRE!
Se sospechaba que pudiera
suceder, como finalmente ocurrió en perjuicio de su salud. Connie Zazueta,
Oscar Pérez y Juan Alfonso Mejía, funcionarios de primer nivel en el gobierno
estatal, dieron positivo a la prueba del Covid-19, así como otros nueve de
distintas dependencias.
Quizá su responsabilidad pública de
mucho desplazamiento y contacto social terminó cobrando una factura que cada
día paga un mayor número de sinaloenses. Y cómo una primera plana de Noroeste apostilla
“…y se espera lo peor”.
Un rasgo de la personalidad hiperactiva
de Quirino Ordaz es el de mucho contacto social para estar cerca de los
problemas del estado y eso ha arrastrado a otros funcionarios que han hecho lo
propio. Lo correcto: Servir. Y ahí estarían las consecuencias.
Al mismo gobernador todos los
días lo vemos al pie del cañón acompañando al Dr. Efrén Encinas e informando de
la evolución local de la pandemia, coordinando acciones, tomando medidas,
algunas de ellas nada populares o llamando a todos a permanecer en sus hogares
muy a pesar de que el virus tocó la puerta de casa contagiando a su hija.
Esta acción institucional no
siempre tiene la interlocución esperada porque simple y sencillamente la gente
toma sus propios riesgos y al menos, un alcalde entró ya en desacato para este
10 de mayo. Lo vimos el 30 de abril cuando adultos de Culiacán decidieron
abandonar el confinamiento e ir a establecimientos en busca de pasteles, pizzas
o bebidas para festejar a los niños y a ellos mismos.
Ahora, está por verse el comportamiento
que tendrán el 10 de mayo, el Día de las Madres cuando podrían volver a saltarse
la alerta volviendo a esos establecimientos si están abiertos o yendo solamente
a la casa de la progenitora elevando el riesgo de la propagación del virus para
empezar de las madres de edad avanzada y con problemas de salud y de ahí la
campaña agresiva de los profesionales de la publicidad.
La sociedad sinaloense sigue
siendo muy matriarcal y festiva, y una conmemoración como la de las madres,
convoca porque dirán algunos “madre solo hay una”, entonces hay que echar la
casa por la ventana así sea una vez en el año.
Vamos, podrá decirse que lo
ocurrido a los funcionarios públicos -más lo que podrían estar en la antesala de
la incubación del virus- son parte de los riesgos de su trabajo cómo la tiene
cualquier policía en tiempos “normales” de violencia, lo que, sin duda, es una
postura egoísta, insensible con el otro, falto de sinergia social.
Y es que la pandemia ha puesto a
prueba los valores de las sociedades que en mayor o menor grado han sufrido sus
embates, por ello sabemos de sus fortalezas y debilidades, sus reservas y
proactividad en los asuntos públicos y la salud debería convocar a todos, pero
en Sinaloa y quizá también en muchos otros estados, la gente toma sus riesgos y
se va a la fiesta, el convivio, la reunión familiar o amigos. Vamos, haciendo
caso omiso de los llamados institucionales y menospreciando una estadística de
contagios que no ha parado desde que se detectó el primer caso de coronavirus-19.
Esta semana Noroeste lanzó la
pregunta: ¿Por qué la población de Culiacán no tiene la cultura de respetar la
Ley y las normas sociales?, una pregunta razonable cuando vemos nuestra
proclividad al desacato de los llamados preventivos sea del ciudadano de a pie
o de actores económicos que quieren “aprovechar el Día de las Madres” para
“recuperarse un poco” de los daños que les ha ocasionado la pandemia y hasta un
alcalde del sur que ve todo en clave de oportunidad política anima
irresponsablemente al desacato.
Es decir, el Gobierno del Estado,
responsable institucional en la conducción de la estrategia antiviral lo tiene
claro cuándo no autoriza actividades comerciales que repitan las aglomeraciones
del 30 de abril mientras los restauranteros presionan para abrir sus negocios
durante la festividad matriarcal.
De cómo se resuelva este
diferendo entre gobierno y empresarios gastronómicos, además, de cómo se
comporten los ciudadanos, se sabrá donde se encuentra el nivel de la gobernanza
y la responsabilidad del ciudadano sinaloense, no soy optimista sobre lo que va
a suceder el próximo domingo, está vigente la pregunta planteada por Noroeste.
Para Carlos Calderón Viedas, el académico
sinaloense que más ha estudiado nuestro acceso a la modernidad y las conductas
sociales:
“…El efecto global de la pandemia ha sido tan
avasallador que en los medios científicos, académicos e intelectuales ya se
habla de un antes y un después del coronavirus en la historia del mundo.
Seguramente que algunos cambios vendrán, aunque en lo personal no creo que sean
tan vertiginosos como el de la pandemia y tampoco que ésta sea el origen de las
fuerzas de fondo que vienen de tiempo atrás provocando precisamente nuevos
cambios. Que los tiempos del caos que vivimos no lleven nuestra mente al caos.
Desde hace siglos seguimos un curso progresivo de la
historia, no por iguales caminos ni con los mismos tiempos en todos los casos.
Hegel avizoraba que el espíritu racional llevaba la dirección con que el astro
rey ilumina la tierra, de Este a Oeste. Medio milenio después esa visión
moderna sigue vigente. Las fuerzas internas del hombre indican el camino.
Recorrido que ha tenido múltiples vicisitudes. Los
caminos europeos son distintos a los de América, no se diga a los Oriente
actualmente. Pasiones y culturas cuentan, a veces a favor otras en contra. A
nuestro solar sinaloense la modernidad llegó a fuerzas, impuesta al indígena
por el conquistador y luego el colonizador. A esa fuerza coadyuvó la religión.
Una simiente cultural extraña en un suelo extraño.
Así nace culturalmente el sinaloense, con algo de cada
parte. Un ser de contrastes, alguna parte será es dominante pero no anula a la
otra, tendrá la ley y el orden como principio o los considerará según las
circunstancias, gustará del arte y de la literatura o será indiferente, le
apasionará el saber o sólo el que puede serle útil, se inclinará al
cosmopolitismo o lo tradicional le provoca sus mayores arrebatos, en esa doble
tesitura vive, entre dos polos que no pierden su magnetismo.
Este es sinaloense que encuentra el Coronavirus, uno
dispuesto a acatar normas y prescripciones de las autoridades civiles y otro
rejego y escéptico acerca de la morbilidad del virus. Parece evidente que el
segundo fenotipo no es mayoritario, pero dada la alta capacidad de contagio del
Covid-19 no deja de ser un reto para la sanidad pública”.
Por eso y más: Este 10 de Mayo, no…”
07/05/20
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