Sheinbaum y Trump: en busca del punto intermedio
Sheinbaum
y Trump: en busca del punto intermedio
Ernesto Hernández Norzagaray/Latinoamérica21
La
estrategia de Claudia Sheinbaum frente a Estados Unidos se basa, razonablemente,
en que a ella le pidan cuentas de su gobierno de ahora en adelante. Ella, sin
embargo, cuando lo necesita, vuelve atrás una y otra vez, ya sea para
cuestionar a los “conservadores” o exaltar la obra del hasta ahora “mejor
presidente de México”, y, desde ese pódium retórico, busca construir acuerdos
con el gobierno de Donald Trump. Sin embargo, Trump, en el caso de México, va
del pasado al presente para construir el futuro de su proyecto político MAGA (“Make
America great again”). Esa carrera imperial, para muchos insensata e
irracional por los efectos que tiene en la economía estadounidense, no parece tener
punto intermedio. Eso explica la constante inestabilidad en la relación entre estos
socios comerciales.
En
esa problemática relación, los negociadores mexicanos han ido cediendo en temas
de migración. Han blindado la frontera para impedir los flujos de migrantes
caribeños, centroamericanos y sudamericanos que buscaban llegar a la Unión
Americana causando cuellos de botella en nuestras fronteras, han contenido los
flujos de fentanilo a los mercados de la droga estadounidenses y han extraditado
a capos que purgaban penas en nuestros penales.
El
gobierno de Sheinbaum ha asumido aranceles en aquellos productos no
contemplados en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y
ahora está sin capacidad para reaccionar ante el 30% a todas las exportaciones
mexicanas, incluso con la amenaza de que pueden bajar o subir en función de los
resultados de las acciones que lleve a cabo el gobierno. Y, además, tampoco
puede reaccionar ante algo que cada vez es más visible, como es el control del
territorio y las aguas territoriales en la lucha contra las mafias de
piratería, drogas, huachicol, lavado de dinero que se manifiesta en
detenciones, decomisos, intervenciones financieras y control sobre el ingreso
de precursores químicos para la producción de drogas de diseño.
En
el tema donde parece más renuente a ceder es en el de la base política del
crimen organizado. Las acciones proactivas y sustantivas contra las mafias
remiten irremediablemente al gobierno de López Obrador y su política permisiva
de “abrazos, no balazos”. Este punto es el que el gobierno utiliza para
presionar: va por más contra las mafias porque lo contrario podría significar
una crisis de gobierno de grandes proporciones, ya que López Obrador sigue
teniendo control sobre la estructura política y cualquier fallo en contra lo
vería como una traición a su proyecto político transexenal. Es el ideal de estar
40 años en el gobierno, como pronostica el senador Fernández Noroña.
En
cambio, podríamos decir que en la “negociación bilateral” México ha recibido solo
incertidumbre, porque pareciera que, cuanto más da, más se le exige del otro
lado de la frontera norte, lo que muestra que lo que acuerdan los negociadores
de los lados en difíciles negociaciones es tumbado de un plumazo. Por lo tanto,
lo que esgrime la presidenta Sheinbaum cuando afirma que quiere “una relación
de iguales” se queda solo como un mantra en las conferencias mañaneras.
Eso
podría estar provocando problemas en el gabinete. Esta semana se rumoreó que Juan Ramón de la
Fuente[AS1] [EH2] abandonaría la cancillería porque
no está dando los resultados esperados o no estaría de acuerdo con la política
bilateral. Y la verdad es que, en medio de estas estrategias, ¿quién podría obtener
mejores resultados?
Entonces,
la pregunta que se desprende de estas estrategias de suma cero —donde lo que
pierde uno lo gana otro— es qué tendrían que hacer los negociadores mexicanos
para lograr un punto intermedio consolidado entre las dos posturas. Tienen dos
opciones.
La
primera es seguir en la línea hasta ahora sostenida de ceder para favorecer la
agenda MAGA, lo que pasaría principalmente por entregar a todos aquellos
políticos y empresarios que directa o indirectamente han permitido la expansión
de los carteles de la droga en los mercados estadounidenses.
La
segunda es enrollarse en la bandera nacional y reforzar el discurso
nacionalista que cada vez más escuchamos en la presidenta Sheinbaum, o
estimular acciones simbólicas. Al fin y al cabo, somos un país plagado de
símbolos, como los que vimos contra la dúctil gentrificación en la Ciudad de
México, donde manifestantes organizados inesperadamente esgrimieron los gritos
setenteros anticolonialistas de “¡Fuera gringos!”, “¡Gringos, go home!” La
realidad es que quienes gentrifican pueden ser perfectamente mexicanos que
llegan a rentar o a comprar inmuebles en los barrios tradicionalmente de la clase
media capitalina.
Hasta
ahora juega con las dos variables recientemente se liberó una orden aprehensión
en contra de Hernán Bermúdez Requena, secretario de seguridad pública estatal durante
el gobierno del hoy senador tabasqueño, Adán Augusto López Hernández, por su
presunto vínculo con el cártel huachicolero La Barredora y la reciente gira
presidencial por el noroeste del país en varias ocasiones se habló de “no al
intervencionismo”, “respeto a la soberanía”, etc. [AS3] [EH4]
El
gobierno de Claudia Sheinbaum está sin duda en un serio dilema y con el tiempo
encima, pues a partir del 1 de
agosto se aplica el arancel del 30 por ciento a las exportaciones al mercado
estadounidense.
Entonces,
luego de esos 90 días, sabremos cuáles son las decisiones ejecutivas que tomará
Sheinbaum [AS5] [EH6] para responder a la dialéctica de
Trump de subir o bajar aranceles en función de los resultados en la lucha
contra la migración irregular y el tráfico de fentanilo, y es que esta droga de
diseño, más allá de sus terribles componentes, tiene más el hasta ahora intocable
ingrediente político.
Y es allí donde patina la relación
bilateral, porque Sheinbaum no quiere ir contra sus camaradas y, además, si
quisiera, no tiene el poder, ni la voluntad de hacerlo, y eso lo saben en
Washington, y por eso dosifican las cargas políticas y mediáticas contra un
gobierno que en otros temas ha estado dispuesto a cooperar con el proyecto MAGA
y, visto, en perspectiva latinoamericana va contra la izquierda los gobiernos
de Brasil, Colombia y Venezuela.. [EH7]
[AS1]Habría que actualizar esta información.
[EH2]Hace
algunas semanas corrió el rumor de que Juan Ramón de la Fuente abandonaría la
cancillería porque no estaba...
[AS3]Este párrafo no se entiende bien. ¿Se
puede reformular?
[EH4]Hasta
ahora la administración Sheinbaum juega con las dos posturas. Por un lado,
libera una orden de aprehensión en contra de Hernán Bermúdez Requena, ex
secretario de seguridad pública durante el gobierno del poderoso líder de la
fracción morenista en el Senado de la República, por el vínculo con el cártel
La Barredora, una franquicia local del también poderoso Cartel Jalisco Nueva
Generación, que llevó la violencia a ese estado del sureste mexicano.
En cuanto a las expresiones anti yanquis en una gira
por el noroeste del país, la presidenta Sheinbaum en varias ocasiones manifestó
un “no al intervencionismo” y exigió “respeto a la soberanía” en clara
equidistancia con el “yanqui go home” de las calles de la Ciudad de
México.
[AS5]Habría que actualizar esta información.
[EH6]...si
bien se renovó por 90 días la aplicación del arancel para todas las
exportaciones mexicanas sigue firme la espada de Damocles para que la
administración Trump siga presionando y logrando concesiones sin garantías de
que una vez obtenido lo exigido, no vaya a pedir más especialmente en el tema
crucial el de los narcopolíticos de Morena. O sea, los 90 días serán un respiro
para México pero, también, un calvario para los negociadores nacionales.
[EH7]Hice
algunas precisiones y agregados para dar perspectiva al texto
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