UN INFORME CONVENCIONAL, EN MEDIO DE LA TORMENTA
UN INFORME CONVENCIONAL, EN MEDIO DE LA TORMENTA
Ernesto Hernández
Norzagaray
“El rector de la Universidad
Autónoma de Sinaloa, Jesús Madueña Molina presentó al gobernador Rubén Rocha
Moya una buena propuesta sobre la reforma a la Ley Orgánica de la institución
durante la reunión que sostuvieron el pasado viernes, la cual esperamos que se
materialice en una iniciativa ante el Congreso del Estado”, afirmó, enfático, Enrique
Inzunza Cázares, el secretario de Gobierno, el 5 de junio en representación del
titular del Poder Ejecutivo.
Con estas palabras cualquiera esperaría
que ya hubiera un mínimo de entendimiento y que Madueña Molina en su segundo informe
de actividades enviara un mensaje de sintonía, un adelanto de un acuerdo
preliminar en el sentido que fuera, sin embargo, el esperado mensaje nunca
llegó, la postura del rector siguió siendo la misma sobre el tema de tensión,
la inconstitucionalidad de la armonización en la Ley General de Educación
Superior y esto significa, que las cortesías políticas y mediáticas son eso,
para consumo de la audiencia de los medios de comunicación y el conflicto interinstitucional,
transcurre, lamentablemente, por la vía de la mediatización y la presunta judicialización
en contra del rector y funcionarios de primer nivel -El jueves el rector
declaró a los medios que no ha sido notificado, que se ha enterado por la
prensa.
Y es que las declaraciones del
secretario de Gobierno provocaron expectación en torno al informe y muchos
esperaban que el rector diera un adelanto en esa dirección y, entonces, al no
suceder, el informe de marras se vacío de contenido político y fue convencional
con un larguísimo e innecesario preámbulo donde se mencionaron prácticamente los
nombres de una cuarta parte de los presentes en el auditorio Autonomía
Universitaria.
El rector destacó los logros de
este segundo año, los retos de hoy y los desafíos académicos del que viene ante
una audiencia expectante que esperó hasta el último momento la declaración
política sobre el devenir de las relaciones de la Universidad con el poder
Ejecutivo y legislativo y salió del auditorio, con la sensación, de que la
situación tenderá a empeorar y no hay que descartar nada de lo que pueda suceder
en los próximos días y semanas.
La decisión está en manos del gobernador
y la respuesta en la movilización que el rector ha prometido en caso de detener
con fines penales a cualquier miembro de la administración central de la
Universidad.
Es decir, estamos ante un fracaso
anunciado de la política y el anuncio de un verano caliente como los vividos en
otros momentos de la historia en nuestra máxima casa de estudios.
Es por eso, que el gesto de
agradecimiento del rector al gobernador en su alocución era innecesario por ingenuo
e irrelevante. Y es que en este contexto de tensión a qué viene, con que
propósitos, cual cálculo, la referencia a los apoyos recibidos en materia
fiscal, la techumbre de una alberca o a un gimnasio de halterofilia cuando
debió ser un reclamo fuerte en defensa de la autonomía como el grito solidario que
se repitió al inicio y al final del informe: ¡No estás sólo!
Y es que el rector Madueña Molina
sabe que ahí está la decisión, no sólo en la defensa de la autonomía
universitaria, sino la libertad de él y sus funcionarios y por eso, en ningún momento
consciente o inconscientemente mencionó a la mayoría del Congreso del Estado
que, sin duda, están alineados a las decisiones del tercer piso del Palacio de
Gobierno.
En política la ingenuidad es un
pecado mortal y, los que saben de eso recomiendan, como en el karate, que la
mejor defensa es el ataque y, entonces si esa es la lógica, muchos se preguntan
¿para qué esperar a que reconsidere el gobernador quien ha puesto a trabajar las
instituciones con el fin de lograr sus objetivos en la UAS?
El gobernador no lo va a hacer,
está en la lógica leninista de un paso atrás (el de la cortesía) y dos pasos
adelante, el de la mediatización y judicialización y eso, no parece entenderse
en el primer círculo del grupo de poder universitario, están como bisoños esperanzados
a que la política los salve cuando la política, la real política, los tiene en
la mira para desplazarlos y demostrar quién manda en el estado.
Entonces, la nota política,
estaba en las ausencias más que en las presencias del informe por más
destacadas que fueran las personalidades invitadas, entre ellas, llamó la
atención de la presencia de los últimos cinco rectores que fueron ubicados, no
en primera fila, sino en medio del auditorio, como señal de toma de distancia
del rector con ellos y, especialmente, con los rectores Cuén, Corrales y Guerra.
No obstante, este simbolismo, el
mensaje fue de sinergia de los exrectores -y, quizá, también, de Sylvia Paz,
rectora de la UADO-, que demostraron respaldo a Madueña Molina y este lo
celebró reconociendo retóricamente la contribución que han hecho todos ellos a
la Universidad, aunque algunos están siendo cuestionados mediáticamente y, otros,
investigados por presuntos delitos contra el patrimonio universitario.
Acusaciones mediáticas que se
estarían judicializando, lo que ha servido para que la “oposición interna” se
sienta acompañada y alcance visibilidad, como sucedió este jueves cuando una
decena de trabajadores inconformes hicieron aparición y fueron bloqueados en
los accesos del campus universitario con el fin de entrar al auditorio y
exponer sus reclamos -y, lamentablemente, en medio de ese zipizape fue agredido
un reportero del semanario Riodoce por los guardias de seguridad de la UAS.
En definitiva, el informe del
rector Madueña Molina, debió estar más acorde con el momento político que está
viviendo la Universidad saliendo al paso a las denuncias de corrupción, sentando
postura explicita así sean mediáticas, hacer las propuestas emanadas del foro para
la reforma universitaria y denunciando la persecución política.
Y es que solo de esa forma, en
este momento sombrío, es posible reforzar la identidad institucional y ganar respaldo
social, que permita establecer puentes que aligeren la tensión existente con el
gobierno del Estado que, a mi humilde juicio, de continuar, como están las
cosas, podría terminar en detenciones y el momento estelar, calculado, sería el
próximo verano cuando la Universidad este desmovilizada por las vacaciones y
ese sería la respuesta a la “buena propuesta” que mencionó el secretario de
Gobierno.
Al tiempo.
Comentarios
Publicar un comentario