NO ME DEJEN SOLO
NO ME DEJEN SOLO
Ernesto Hernández Norzagaray
Alejandro Sicairos, esta semana escribió en su columna de
Noroeste sobre un tema que muchos intuíamos o leíamos trazos en algunas
declaraciones del gobernador le está fallando el equipo de gobierno para armonizar
la llamada 4T en Sinaloa, cualquier cosa que esto signifique, y lo están
dejando solo para atender personalmente los reclamos que recibe todos los días
en sus giras por el estado.
Sea que una escuela primaria no cuente con los servicios públicos
básicos o las ayudas para las comunidades que han sufrido las inundaciones y,
hasta echa pleito, cuando sabe de una gestora de gobierno cobra a los vecinos
de una comunidad rural. Todo. Se le ve molesto y con justa razón.
Sin embargo, aquí se ven dos problemas: Uno, la improvisación
del personal por la política de cuotas en el primer nivel y aquella que derivó
de una expresión suya, insensata de toda racionalidad en la administración
pública: “Para qué se pelean por los puestos, si hay para todos” que mostraba que
antes de las capacidades profesionales de los aspirantes estaba la lealtad al
proyecto y su liderazgo.
Y eso seguramente permea las áreas de gobierno quizá porque
bien a bien no se sabe cuál es el proyecto de la 4T y, lo más grave, en
condiciones de recursos escasos.
¿Qué va a hacer Graciela
Domínguez, la titular de la Sepyc sino no puede atender las demandas de los
padres de familia que exigen que las escuelas de sus hijos sean reparadas
porque están en mal estado porque, sencillamente, no cuenta con recursos económicos
para hacerlo? o Emilia Guerra, la secretaria bonita de pesca, ¿cuándo en las
comunidades pesqueras le piden apoyos?
El problema es que, al margen de la disposición, sensibilidad
y capacidades de los miembros del gabinete, se ha creado un gobierno que no tiene
recursos para operar las políticas del gobierno. Se dirá, pero, hay muchas otras
cosas que pueden atenderse y no están ahí, porque prefieren la comodidad de la
oficina en esta época de calores, lluvias y mosquitos que andar inventándose actividades.
Aunque, sin duda, hay quienes traen la cultura huevona que
cultivaron en la UAS o ya crónicamente saben que hay que nadar de muertito. Por
lo demás, Rocha es un político de talante omnicomprensivo y omnipresente, le
gusta que se le vea que esta con la gente, hablando con ella, no importa si
resuelve problemas. Importa la foto. El cultivo de la magia de la percepción.
La nueva cultura comunicológica del “distrae, que algo queda” como la practica
su jefe político con buenos resultados. Ahí están las encuestas de percepción.
Sin embargo, Rocha no es AMLO. Y AMLO es el dueño de la cartera pública.
Pero, volviendo al punto que señala Alejandro Sicairos, en el
primer semestre de este año había tres secretarios que se veían y hasta resolvían
problemas del estado.
Uno, el secretario de gobierno Enrique Inzunza, que es quien opera
las relaciones interinstitucionales por no decir quien da órdenes para que los
titulares de los otros poderes estén en sintonía con las necesidades del gobernador.
Tere Guerra, la secretaria de la Mujer, que permanentemente recorre el estado y
se reúne con quien tiene que hacerlo para empoderar a las mujeres. Y el
secretario de salud depuesto Héctor Melesio Cuén, quien hizo lo mismo tratando
de estar en contacto con los agentes del sistema de salud. No paraba. Y quizá
eso, fue lo que molesto al gobernador. Se movía y resolvía muchos problemas.
Pero, el gobernador dijo: está haciendo política partidaria, y le dio el ultimátum
por todos conocido sobre las presuntas demandas contra periodistas.
Ahora, el nuevo secretario, no se ve y no se oye, por ello,
poco lo buscan los medios, para que informe sobre el estado de salud de los
sinaloenses. Es más, no recuerdo su nombre, menos su trayectoria. O sea,
funcionaban y tenían visibilidad los titulares de tres de las trece secretarias
hoy solo dos de trece.
De ahí, hay una lista de secretarios que no sabemos que hacen
y como retribuyen profesionalmente lo que les pagamos los sinaloenses. Eso sí,
están en todos los actos públicos a los que son llamados para la foto y su próxima
promoción.
Mientras tanto los sinaloenses siguen con sus problemas estructurales
y los de hoy que pasaron de ser una amenaza para convertirse en un sufrimiento
real. La inseguridad y la inflación, ¿Qué dice el secretario de economía? No
mucho. ¿Alguien sabe su nombre? En definitiva, los sinaloenses estamos ante un
problema serio de liquidez y los problemas están creciendo y diversificándose.
Por eso, ahora, el gobernador reclama con un lacónico: ¡No me
dejen sólo!, que no se si refiere al presidente o a sus subalternos con los que
no negocia pero que necesita verlos trabajando.
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