PRUDENCIA, DIVINO TESORO POLÍTICO
PRUDENCIA, DIVINO TESORO POLÍTICO
“En este momento no es
posible, sería criminal el hecho de regresar a clases aquí Sinaloa, por el
simple hecho de que estamos en un repunte muy fuerte, nos rebasó la pandemia” -señaló
enfático Héctor Melesio Cuén, dirigente del Partido Sinaloense.
Sin duda, un planteamiento responsable
por el momento crítico en que estamos que obliga a todos. Pero, la declaración,
más allá de la buena fe que se agradece no deja de tener sus aristas políticas ya
que la directriz federal es que “llueve, truene o relampaguee” el 30 de agosto deberán
reanudarse las clases.
Al margen de lo polémico del pronunciamiento
presidencial y de las protestas generalizadas que ha provocado por los riesgos que
representan para la salud de millones de niños y adolescentes, lo relevante de
la declaración, es lo lapidario, cuando lo califica de criminal siendo un
aliado electoral del partido del presidente y del que se esperaría, al menos,
algo de prudencia frente a la iniciativa. Así, lo marca el librito de las
formas políticas.
Pero, no, al estilo muy de
Cuén, rompe lanzas y esgrime la salud de los niños y adolescentes como argumento,
como un asunto de fe política, y quizá, como mensaje, a su “amigo”, su “paisano”,
Rubén Rocha.
Así, puede ser visto, como
parte del juego palaciego por trasmitir la idea autonomía, pero también,
hacerse visible en las negociaciones de posiciones en el gabinete sea en la Sepyc
o, mejor, la secretaria de Gobierno.
El exabrupto tiene sus lecturas
y una de ellas, es que Rubén Rocha no lo estuviera considerado para ninguno de
esos altos cargos de la administración pública estatal.
La explicación más sencilla se
encuentra en que Morena y el PAS, fueron una coalición electoral, no de
gobierno, lo que significa que cada partido obtuvo a través de las candidaturas
comunes, lo que ya tiene en la bolsa, en la próxima legislatura o en las
alcaldías, lo del gabinete se cocina aparte.
Y, aunque, técnicamente, Morena
perdió frente al PAS, ya que este partido, aportó solo 91 mil de los 625 mil votos
obtenidos por Rubén Rocha y logró más lo que no obtuvo en su mejor momento electoral
que fue en 2016, cuando alcanzó 205 mil votos en coalición con MC y eso
significó, que las posiciones obtenidas no fueran para la militancia morenista.
Esto me recuerda la elección
de 2010 cuando el PAN y el PRD registraron la candidatura de Mario López
Valdez, y aquellos partidos lograron triunfos en la legislatura y las alcaldías,
sin embargo, quisieron más y Malova les dijo a sus dirigentes que ya tenían lo
suyo y que la integración de la administración sería bajo su responsabilidad con
los hombres y mujeres de su confianza, es decir, el llamado club de los mochitenses.
Pero, las presiones
continuaron, y finalmente, luego de un cálculo de costos y beneficios, Malova terminó
cediendo posiciones y panistas y perredistas se integraron al equipo de
gobierno incluso se sostuvieron cuando el CEN del PAN rompió con el gobernador.
Cuén Ojeda, sabe de política
de chantaje y sabe cuándo usarla, y no estará satisfecho hasta lograr lo
máximo, por eso estira la liga hasta donde le de y sabe que tiene la llave de
gobernabilidad con sus nueve diputados.
En su visión de cogobierno buscará
ser un super vicegobernador tomando decisiones en el Congreso del Estado, las
principales alcaldías y el gobierno del Estado, es su momento estelar, no lo
desaprovechara o mejor desde ya no lo desaprovecha, no lo detiene el prurito de
la baja contribución de su partido al triunfo de la coalición “Juntos hacemos
historia”.
Sabe del poder e influencia de
los otros aliados. Del llamado club de los exgobernadores, de personajes como
Jesús Vizcarra, o los emergentes, como es el llamado grupo Arhe, que algo de
poder central trae en sus manos cuando llegó a la coordinación de la campaña a
través de Alejandro Higuera, y estos, seguramente están, en la disputa por
posiciones clave de gobierno.
Es más, probablemente, las
decisiones que ya está tomando Rubén Rocha en la integración del gabinete no
son del gusto del “poder” en la UAS y eso podría, explicar el airado
pronunciamiento, “criminal” dijo, en contra de la reanudación de las clases o
los que pudieran ir apareciendo en los días y semanas por venir.
Rubén Rocha, cuando alguien le
plantea temas fastidiosos es dado a responder con enfado con la expresión “no
me mortifiques”, como un esfuerzo propio por conservar su conocida ecuanimidad,
equilibrio, tranquilidad, paciencia y lo real, es que la mortificación y el stress,
serán ya parte de su vida en los próximos años.
Y uno de esos fastidios se
llamará Héctor Melesio, un animal político que desayuna, come y cena política,
y quien ha dado muestras de una sobrada ambición de poder que termina lamentablemente
sacrificando con su visión patrimonialista, su afán por acumular riqueza, lo que,
en tiempos sombríos, como los que estamos viviendo resulta una soberana vulgaridad.
En campaña, Rubén Rocha,
ofreció armonizar la 4T en Sinaloa, y más allá de tan inciertas siglas, lo que
si escucharon los sinaloenses fue su oferta de mejorar el nivel de los sectores
más desprotegidos, los más golpeados por la pandemia, los que mayormente perdieron
familiares, amigos, vecinos o sea, este gobierno, ni siquiera el que se va,
tendrá un incremento exponencial de la demanda social y en eso sucederá,
lamentablemente, en un contexto, de contracción de los ingresos públicos, y eso
es lo importante, no ganar las ocho columnas o las tertulias radiofónicas.
En definitiva, el tema del
regreso a clases puede parecernos a muchos una provocación, una pésima decisión,
a cómo está la situación, pero, al final, la cordura se impuso, y no tendrá carácter
obligatorio.
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