LA DESPENALIZACIÓN DE LA MARIGUANA
LA DESPENALIZACIÓN DE LA
MARIGUANA
El lunes de la semana pasada el pleno de la SCJN aprobó una
declaración de inconstitucionalidad de la ley que prohíbe el consumo de la
marihuana con fines recreativos.
Con esta decisión de la máxima
instancia del Poder Judicial, se cierra una etapa y se abre una nueva que habrá
de legislar y reglamentar en la materia.
Esta decisión no fue del agrado del presidente López Obrador,
porque a su juicio, va en contra de la “salud del pueblo” aun garantizando un
derecho.
Lo que lo presenta como un
conservador en un mundo que se abre a la despenalización del consumo de las
llamadas “drogas blandas”.
Y eso nos remite a uno de sus
referentes históricos, el general Lázaro Cárdenas, quién en 1940 despenalizó no
sólo el consumo la mariguana sino también la cocaína y la heroína, incluso,
puso en libertad a quien estaban presos por posesión de estás drogas pues
estaba visto no como un problema delincuencial sino de salud pública.
Sin embargo, este ejercicio de despenalización
solo habría de durar seis meses por una causa rara como fue el estallido de la
Segunda Guerra Mundial, dónde nuestro país, tendría un papel mínimo por no
decir irrelevante.
Cárdenas lo hizo en el último año
de su gobierno y como sabemos, ya estaban haciendo presentes las fuerzas
conservadoras que impedirían que su alfil, el también general Francisco Mújica,
fuera candidato del PRM a la presidencia de la República y a cambio, fue el también
general Manuel Ávila Camacho, quien en cuanto asumió el cargo, inició un
proceso de contrarreforma que alcanzaría su momento más estelar durante el gobierno
de Miguel Alemán.
No obstante, queda en la memoria
colectiva esta decisión de Estado que se puso en marcha con la emisión del
Reglamento Federal de Toxicomanías que permitiría que los médicos pudieran
recetar narcóticos a los adictos y estos comprarlas en las farmacias
autorizadas.
Obviamente una decisión de este
tipo tenía sus bemoles por la vecindad con el principal consumidor de drogas
del mundo: Estados Unidos de Norteamérica, que, en 1914, había prohibido el
consumo de las llamadas drogas heroicas lo que provocó que se abriera un nicho
de mercado para los primeros narcotraficantes mexicanos que operaban con la
anuencia de los gobernadores del norte del país (Luis Astorga, dixit).
Pero, también, que los heroinómanos
gringos viajaran a México a consumir y surtirse de drogas ilegales en su país.
Esto, quizá, finalmente es lo que
podría explicar la cancelación del Reglamento de marras y nuevamente la
prohibición del consumo de drogas.
Sin embargo, las drogas, se
necesitaban no solo con fines recreativos sino médicos, recordemos, que en esos
años la humanidad estaba sacudida por la guerra y las drogas cada vez serían
más necesarias, especialmente, cuando estalla la guerra de Corea el 25 de junio
de 1950 en la península de Corea y está duraría tres años, 1 mes, dos días con el
resultado de más tres millones de muertes.
De esa época hay una historia que
alguna vez documentó Eduardo Valle Espinoza, El Búho, siendo funcionario de la
PGR, en un artículo que, si no me falla la memoria, publicó en el diario El Día
y donde revelaba la existencia de un acuerdo secreto entre el gobierno mexicano
y el estadounidense que consistía en que se cultivaría amapola en el llamado
Triángulo Dorado y su derivado la goma de opio se procesaría, para luego ser
enviada al campo de batalla.
Este acuerdo secreto nunca se reconoció,
pero, según El Búho, el documento se encuentra en la biblioteca del
Departamento de Estado del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
Y el resto es parte de nuestra historia.
Las plantas de amapola se
quedaron en la Sierra Madre Occidental y surgió la segunda generación de narcotraficantes
que empezaron a procesar la goma de opio y llevarla por tren a la frontera
norte según narró Manuel Lazcano Ochoa en sus memorias, donde se vendía a narcotraficantes
que luego la distribuían en las calles de las principales ciudades
estadounidenses.
Es la época de los consumos de heroína
entre los jazzistas John Coltrane, Charly Parker, Bird, Chet Parker o el
celebrado escritor yonky, William S. Burroughs, patriarca de la
generación beat.
En fin, lo que hoy resuelve la
SCJN, sin duda, es un avance en materia de derechos para quienes son
consumidores de cannabis y han tenido problemas con la justicia, sin embargo, habrá
que ver como queda la letra chiquita de la reglamentación y será, entonces, que
sabremos cuáles son los verdaderos alcances de esta legislación que hoy muchos
festejan mientras otros se enojan.
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