DOS SENADORES, DOS HISTORIAS
DOS SENADORES, DOS HISTORIAS
Solo, uno de ellos, se quedará en
el Senado de la República hasta que concluya este sexenio y eso dependerá del
resultado electoral del 6 de junio.
Sea Raúl Elenes que suple a Rubén
Rocha o Heriberto Galindo, que hace lo propio relevando a Mario Zamora.
Es decir, los dos políticos
sinaloenses entran en calidad de suplentes porque los titulares están en la
contienda para gobernador.
Raúl Elenes, es un político que
viene picando piedra desde abajo, lo recuerdo cuándo junto con el recordado Maximiliano
Ruiz, hacían política ciudadana en Mazatlán y tengo en la memoria su primer
intento por alcanzar un escaño del Congreso del Estado.
Corría el año 2001 y el iba como
suplente de Gerardo Rosete, quién era candidato de uno de los distritos electorales
de Mazatlán, pero, también, en una buena posición de la lista de candidatos de
representación proporcional del PT.
Su grupo político había tejido una
alianza con el PT y Jorge Rodríguez Pasos, el alcalde desaforado por el
Congreso del Estado por violencia de género, y ambos lograron ganar ampliamente
a los candidatos del PRI y el PAN, convirtiéndose en el primer municipio
gobernado por un partido de izquierda.
En esa avalancha de votos a favor Gerardo
Rosete este se vio en la disyuntiva de ser diputado de mayoría relativa o de
representación proporcional, se decide por el de mayoría y queda acéfalo el de
RP, Rigoberto Ocampo, quien era presidente del Consejo Estatal Electoral, intentó
una maniobra estadística: dar esa diputación al PRI, por los llamados restos
mayores de la votación, obviando que había un suplente.
Raúl, me invitó un café en el
restaurante Shrimp Bucket en mi calidad de consejero electoral estatal, y, ahí
por cierto fue donde conocí a Maximiliano Ruiz, y aquel todavía confundido por
la maniobra de Ocampo me pidió opinión y le recomendé que se pusiera las pilas amparándose
inmediatamente porque de lo contrario su cargo electo pasaría a la bancada del
PRI. Y así lo hizo, y el Tribunal Electoral resolvió a su favor y se convirtió
en diputado de aquella legislatura.
Pasaron los años y nos encontrábamos
ocasionalmente en la calle o en el Consejo Local de todavía IFE, donde se
desempeñaba como representante de Morena, y recuerdo 2015 cuando se da aquel
desaguisado de AMLO con la militancia de Morena que concluyó con la renuncia de
la dirigencia estatal encabezada por Jaime Palacios.
Recuerdo, ya en la campaña local de
2016, en un acto político celebrado en el Paseo de Olas Altas presidido por AMLO,
Raúl se acercó y me preguntó mi opinión sobre el caso Palacios y le respondí
que me parecía un abuso lo que se había hecho con él y ese maravilloso grupo de
jóvenes que lo acompañaban en la dirigencia, no le gustó mi respuesta y desde
entonces pocas veces lo he vuelto a ver.
Por su parte a Heriberto Galindo
lo conocí más recientemente y producto de una circunstancia personal, en abril
de 2014, mi esposa y yo sufrimos un accidente de carretera y estando en
Guadalajara un día de finales del 2015, recibí una llamada de la ciudad de
México era el hoy senador, que en ese entonces se desempeñaba como diputado federal,
aunque se presentó yo sabía de él y de su aspiración de ser el candidato del
PRI en los comicios de 2016.
Mi primera impresión fue que esa aspiración
lo acercaba a mi como un acto de relaciones públicas, pero luego fui matizando
ese punto de vista, por que descubrí en el político una persona generosa y solidaria,
además, con amigos comunes que facilitaron el contacto y eso fue tejiendo la
amistad que hoy tengo con él y que me llevan a refrendar mi reconocimiento a ese
perfil humano que es raro en la política y que de extenderse. por encima de las
marcas electorales, tendríamos otro tipo de vida pública.
Por eso, ahora que vi las fotos de
él con su familia en la sede del Senado de la República, vi al hombre bueno,
informado e inteligente, me dio gusto por él, porque está culminando una
carrera exitosa que la inició muy joven al lado de dos figuras del PRI
intelectual y que nunca olvida en sus charlas chispeantes de recuerdos, Jesús
Reyes Heroles y mi paisano, el ahomense: Ernesto Álvarez Nolasco.
Es imposible, que los dos permanezcan en el
Senado, pero estoy seguro de que su paso no será sin dejar huella, les deseo a ambos
éxitos en sus funciones legislativas.
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