HACIA UN NUEVO SISTEMA DE COALICIONES
Es la 1:40 PM del miércoles de
esta semana, y veo y escuchó, una entrevista banquetera a Mario Delgado sobre
porque no termina de definirse el candidato de Morena de Sinaloa para acabar
con los rumores que se escuchan por todos lados.
El de Sinaloa ¡Ya está!,
dice el dirigente nacional de Morena, mientras camina y agrega: “ lo que está
deteniendo es la negociación de la coalición con el PT”, pero hoy es el último
día, no hay otro, tienen hasta las 12 de la noche.
Me llama la atención que Delgado
hable de la negociación de la coalición y no del programa electoral, y ese es
el problema de los partidos políticos en México, que negocian lo que les podría
tocar en caso de ganar y no las características de un gobierno de segunda
alternancia.
Vamos, de la 4T.
Recuerdo, cuando Malova ganó la
elección de gobernador con una amplia coalición, ya en el despacho del
ejecutivo estatal, les mandó decir a los aliados electorales, qué ya había
terminado la etapa comicial y ahora venía la de gobierno y qué cada partido
coaligado había obtenido su parte.
Alcaldías, diputados locales,
regidores o síndicos procuradores, además, de cientos quizá miles de posiciones
en las administraciones municipales.
Y Malova salía al paso, porque
querían todavía más, un cacho de la administración estatal, lo que para él era
imposible de aceptar pues estaba pensada para su grupo político.
Aun así, transigió, y entregó
algunas posiciones meridianas y menores a panistas y perredistas, para mantener
el sentido de cuerpo coalicional.
Viene a cuento esto, porque ese
es el problema con las coaliciones, que se reducen a un reparto de posiciones
de gobierno, de poder, pero insustancial, desde el punto de vista programático,
y el electorado, está expensas de que el gobernador que llega traiga unas
buenas ideas para su gobierno y si no se fastidio un sexenio -cómo, muchos lo
vimos, durante el periodo malovista, incluso, en las últimas semanas los
tribunales nos lo han recordado por no decir algunas esquelas de esta semana
dedicadas a Ernesto Echeverría, el ex secretario de salud, que sucumbió ante el
Covid-19.
Entonces, eso es lo que vislumbra,
sea en la coalición de Morena cómo la hegemonizada por el PRI, ambas son
electoreras y habría que transitar a un nuevo modelo, más sustantivo, con algo
de la experiencia parlamentaria donde se forman coaliciones programáticas de
manera que la gente vota un programa antes que una suma de siglas, y eso le daría
sustancia al gobierno, porque obligaría a una constante revisión y negociación
de los actores políticos.
Quien gane la elección
constitucional debe apostar a una revisión del sistema de coaliciones e
introducir la parte del programa para que la gente vote programa, no partido,
no personas.
Yo veo mucho entusiasmo alrededor
de algunas figuras de Morena, en ello hay mucho de providencialismo político,
de que llegado fulano o zutano al poder, las cosas tenderán a cambiar porque es
“bueno”, le sabe, soslayando que el asunto de gobernar es de elites y las
elites cualquieras que sean, tienen intereses específicos.
Por eso, hay que poderle freno a
ese margen de “autonomía programática”, porque al existir en un sentido amplio estamos
en el terreno del “reparto” y los repartos, cuando no son programáticos, llega
cualquiera y hace lo que quiere sin rendir cuentas a nadie.
Y es que en esa lógica, estamos estancados,
en la peor que tiene un gobierno, qué es la improvisación permanente, sé que se
dirá que es obligado un Plan Estatal de Gobierno, o los municipales, pero está
visto que se impone el día a día en el ejercicio de gobernar, y aquel plan,
aquellos machotes que se elaboran por cientos en el país, queda para los anales ilustrados de los
gobiernos, necesitamos que estos planes estén sujetos al escrutinio público y
qué su incumplimiento tenga consecuencias sean políticas cómo la ruptura de las
coaliciones o penales por el malgasto del dinero público.
Cierro el texto al enterarme que
por las razones expuestas la designación en Morena de sus candidatos a
gobernador en varios estados se prorroga hasta el mes de enero, pero ese
equivocado la definición de candidatos a gobernador, está previsto en enero ahora
es el de las coaliciones, que coincidió en algunos estados con la de los
candidatos a gobernador, pero no es obligado habría que ver si llegada la
medianoche no registran coalición. Pero, esta será otra historia.
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