LA RESCISIÓN SIN PIES, ¡NI CABEZA!
LA RESCISIÓN SIN PIES, ¡NI CABEZA!
El alcalde de Mazatlán desde el
principio de su trienio no estuvo de acuerdo con la concesión del estadio de
beisbol que el exalcalde Fernando Pucheta había otorgado a la familia del exgobernador
Antonio Toledo Corro.
Y, así, desde entonces le buscó
para poner a la concesión ponerle problemas que hoy utiliza para la hacer la rescisión.
Y la primera fue cuando Quel Galván, el ex titular de la Jumapam, encontró que
en el estadio de beisbol había una toma de agua ilegal que inmediatamente fue
cancelada con las correspondientes multas.
Antonio Toledo Ortiz, dueño de la
empresa Espectáculos Costa del Pacífico y gestor del estadio ante Peña Nieto, alegó
ante un juez que no sabía de esas tomas y que si existían estaban desde antes
de que asumiera el control del inmueble deportivo. Y e so se litigó y finalmente nos dicen la empresa ganó el caso y ahora el ayuntamiento deberá devolver lo que pagó, costas, pérdidas y hasta el daño moral ocasionado.
Sin embargo, el alcalde logró se primer objetivo
que era exhibirlo como “ladrón” ante la opinión pública y esa exhibida me
recuerda a Alejandro Higuera, el exalcalde panista, cuándo en su segunda
administración hizo lo mismo con el empresario hotelero Julio Berdegué, a quien
acusó de robar de agua y conectarse a la red de drenaje público sin los pagos
correspondientes. Vamos, es una vieja táctica de los políticos que hoy parece reeditarse
con otros fines y donde encontraremos algún actor político que hoy está en la
empresa privada.
En el interín de aquel inició de
la administración y la temporada de beisbol pasada, vino una fuerte inversión
de la federación, a través de del Gobierno del Estado calculado en más de 350
millones de pesos más 80 millones que comprometió la empresa de marras los
cuáles ya habría invertido 60 y 20 estarían sujetas a otras obras inconclusas.
Ese siguiente paso fue incluir en
el convenio además de los beneficios económicos para las finanzas municipales, lo
que hoy reclama el alcalde como incumplimiento que viene siendo 2 mil boletos gratuitos
por juego en temporada regular, precios especiales para personas de la tercera
edad y discapacitados, becas para el uso de instalaciones y mantenimiento de
los campos deportivos del municipio.
Que a la vista de cualquiera resulta
muy loable para sectores vulnerables. Era un ingrediente social al convenio que
todos aplaudieron. Sin embargo, esas exigencias tenían una intencionalidad
política, clientelar sin duda, ya que este tipo de servicios comunitarios el
alcalde pretendía administrarlos a lo que el concesionario se opuso alegando
que visto en perspectiva de reelección abonaría a una campaña en perjuicio de
otras por lo que se entregaría de acuerdo el convenio a instituciones de beneficencia
pública. Y es de donde hoy se agarra el
alcalde para rescindir el convenio, pero también desde donde se va a defender jurídicamente
el concesionado.
Definitivamente quedan a salvo
sus derechos que se violentaron con la lógica del refrán popular: ¡Palo dado,
ni dios lo quita!, es decir, en el imaginario del alcalde sería imposible
cualquier acción contra algo ya consumado. Ya veremos que dice la defensa y en última
instancia el Tribunal del Contencioso Administrativo al que se le hizo a un
lado y se actuó motu proprio llevando a notarios públicos, para que
dieran fe de un acto administrativo ilegal pues no pasó por el pleno del
cabildo. Único autorizado legalmente para emprender este tipo de iniciativas de
reconvención y porque algunos regidores consideraron que era una barbaridad
jurídica.
Y es que todo convenio entre una
autoridad y un particular está elaborado, no sólo de común acuerdo entre los
interesados, sino conforme a derecho, sustentado en la ley. No puede ser de
otra forma. Y eso pronostica un litigio que cae en el peor momento para las
finanzas municipales.
No sé quien sea el asesor jurídico
del alcalde, qué cómo se sabe es químico, pero alguien debió decirle que
estamos en una emergencia sanitaria y que los litigios del municipio deben
darse por los canales institucionales y garantizando sus derechos al concesionado
para empezar con los juzgados en actividad normal. Así que viene el amparo
cuando se regularicen la actividad normal de los juzgados que está prevista
para después del 20 de abril.
Con estos tropiezos jurídicos es
inevitable preguntarse que es lo que mueve al alcalde y a su secretario. Llama a pensar que hay intereses más allá de
la defensa de los bienes del municipio y que podría haber sustituto en puerta. Nos
confían por cierto que es asesorado por un ex alcalde del puerto. Se ha hablado
de que es la empresa Arhe que se ha venido expandiendo en el puerto en el ramo inmobiliario
y hotelería y ha manifestado interés en tener en sus manos el inmueble
deportivo.
Y hay razones para pensar que así
es por la sentencia a favor de la empresa NAFTA que le ganó un juicio al
municipio y hay una deuda pendiente de más 140 millones de pesos. Y si el
alcalde está en esa órbita estaría cometiendo una barbaridad jurídica y política.
No puede concesionar lo ya concesionado. Y un alcalde de Morena sirviendo a los
intereses de un grupo empresarial huele a todas luces a corrupción política.
Sé que se puede argumentar que el
concesionado incumplió con lo establecido en el convenio y qué eso automáticamente
deja fuera de la cancha al concesionado. Pero estamos en un Estado de Derecho y
una autoridad está obligada a garantizarlo. No es mediante este tipo de golpes mediáticos
como se garantiza los bienes y recursos del municipio porque notoriamente se ve
que actúa de mala fe. Y eso la parte ofendida lo va a litigar en contra
haciendo valer la concesión otorgada y firmada. Lo feo del asunto es que si no
procede lo vamos a tener que pagar los contribuyentes.
Finalmente, es imposible no hacer
una reflexión más sobre este tipo de acciones en medio de la emergencia
sanitaria. No se puede dejar de ver mala fe y frivolidad. Mala fe porque se
realiza sin un acuerdo de Cabildo que le evite un litigio innecesario a la
Comuna y frívolo porque no es lo que se espera en un momento de emergencia nacional
y cuando aparecen los primeros fallecidos por coronavirus en el puerto.
Pero, hay algo más, supongamos
que prospere la iniciativa de rescindir el convenio ¿el alcalde qué va a hacer cuando
se le dejen venir además las demandas de aproximadamente 50 empresas que tienen
espacios concesionados en un estadio que no tendría a su equipo de los Venados?
De ese tamaño, es la desmesura, en
este desacierto emocional.
Al tiempo.
Este texto fue publicado el 10 de Abril de 2020 en el diario Noroeste https://www.noroeste.com.mx/publicaciones/opinion/la-rescision-sin-pies-ni-cabeza-112786
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