LAS MENTADAS DE MADRE
LAS MENTADAS DE MADRE
Ernesto Hernández
Norzagaray
Las mentadas de madre se han
venido normalizando en nuestro ambiente político y tomó un nuevo vuelo con la llegada
de Andrés López Obrador a la Presidencia de la República más, cuando, su
partido, con buenas y malas artes, se hicieron del control de los tres poderes de
la federación.
Pero, antes, el 10 de mayo de
2013, recordemos, hubo una convocatoria en redes sociales para “mentar la madre
más grande del mundo” al entonces presidente Enrique Peña Nieto por la reforma
eléctrica.
Años, más tarde, en diciembre de
2019, Porfirio Muñoz Ledo siendo presidente de la Cámara de Diputados en una
sesión del pleno estaba molesto con los diputados y Dolores Padierna, quien
fungía como vicepresidenta de Mesa Directiva de ese recinto legislativo, y
soltó con audio abierto el ruidoso: “Chinguen a su madre, que manera de
legislar”.
Pasaron otros años y vendría una
más de las grandes mentadas de madres del anecdotario. El boquiflojo Vicente
Fox en noviembre de 2023 le mentó la madre al presidente López Obrador por el pobre
desempeño de su administración ante los estragos mayúsculos del huracán Otis
que, recordemos, destruyó la infraestructura turística de Acapulco y AMLO, no
se enganchó, sereno, dejó que se exhibiera el expresidente guanajuatense diciendo
lacónicamente que su madre “era muy buena y que estaba en el cielo”.
Sin embargo, quien ha sido
premiado con más mentadas de madre en la historia de México sin duda es al
senador Gerardo Fernández Noroña, al que primero un ciudadano de a pie le mentó
en Estados Unidos y estuvieron a punto, ahora sí, de partirse la madre, pero,
no pasó de los improperios propios de dos peleoneros.
Después fueron los trabajadores
del Poder Judicial molestos en un acto de resistencia en la explanada del
Monumento a la Revolución contra de la elección de jueces, magistrados y
ministros corearon en repetidas ocasiones “que chingue a su madre Noroña”.
Y, más, le llovieron mentadas en
redes cuando un ciudadano de a pie fue a la sede del Senado de la República a
pedirle una disculpa frente a las cámaras de televisión por haberle increpado
en una sala del aeropuerto del aeropuerto de la Ciudad de México con lo que
provocó un precedente para que sucediera lo propio con otros Noroñas en
Tamaulipas, Sonora y Campeche.
Y la última gran mentada de
madre, la tuvimos esta semana cuando Beatriz Pagés, periodista y directora de
la legendaria revista Siempre en una mesa coordinada por Carlos Alazraki mentó
la madre a la presidenta Sheinbaum.
Sucedió, cuando Pagés, comentaba el
drama de los niños con cáncer y sin medicinas en las instituciones de salud
públicas. Recordó que la presidenta descalificó la movilización de los padres de
esos niños enfermos solo porque estuvieron acompañados por la diputada y ex
primera dama del país Margarita Zavala, lo que llevó a Pagés a parodiar la
escena y a reconocer la justeza del reclamo de ese colectivo y, por lo tanto,
la llevó a decir, que esa marcha pudo estar “¡acompañada por su chingada
madre!”.
Ni duda cabe que la presidenta
Sheinbaum se vio insensible en el tema de estos niños con cáncer y peor, reírse,
por el acompañamiento de una diputada independientemente de quien sea, pero,
también, es conocida la animadversión política de Pagés por la presidenta
Sheinbaum, como se manifestó en mayo de 2024, cuando una portada de la revista
Siempre la mostró con una banda de esvásticas nazis y la leyenda: "No
permitamos que gane". Lo que le granjeo a la periodista una sanción del
TEPJF por haberse dado en el contexto de la elección presidencial.
Ahora bien, la única diferencia de
esta mentada a las anteriores mentadas es que va dirigida contra la presidenta
Claudia Sheinbaum y viene de una “mujer, madre y ciudadana”, como se auto reconoció
la periodista en el foro de Alazraki donde, hay que decirlo claramente, con
mucha frecuencia se atiza la polarización entre mexicanos.
Pero yendo a lo que está detrás
de estás mentadas de madre que corre el riesgo de convertirse en una sinfonía. El
clima de polarización social y política cada vez es mayor y las mentadas de
madre se escuchan por todos lados, contra tirios y troyanos, dentro de
cualquier círculo social. No se diga contra los políticos. O sea, cada mentada
de madre es otra mancha a ese tigre que anda suelto por el país y que no se ve,
quien pueda domesticarlo.
Y es que la polarización cada vez
se ve más que es un insumo de la lucha política o acaso, esta no se potenció
cuando unos políticos señalaron a los demás como corruptos; cuando se nos
dividió entre liberales y neoliberales; entre izquierda y derecha; chairos y
fifís…
Entonces, este tipo de
expresiones oníricas se han vuelto el pan de cada día en el discurso político
tanto como expresión de descontento por el rendimiento de los gobiernos de
distinta bandera como porque a cada uno de los mexicanos se nos ubicó en uno de
los bandos por lo que pensamos, estudiamos, leemos, consumimos, vivimos y
adonde viajamos.
El problema es que a un segmento
de los promotores de la polarización los encontraron distantes entre el decir,
y el hacer, (lo acabamos de ver con el tema de los viajes de algunos de los miembros
de Morena que practican una suerte malinchismo turístico cuando en lugar de ir
a los destinos de nuestro país y asumir los riesgos de cualquier mexicano mejor
se van a Lisboa, Madrid, Ibiza, Génova, Tokio…) y eso, tiene a muchos mexicanos
echando madres.
En definitiva, ahora que estamos
ante un cambio de régimen con las llamadas reformas de Estado, vamos directos a
batallas que ya están viviendo otros países, donde la polarización rompe la
necesaria capacidad de diálogo entre quienes tienen distintas formas de hacer y
pensar frente a los grandes desafíos que tiene nuestro país.
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