LA HISTORIA SE REPITE
LA HISTORIA SE REPITE
Ernesto Hernández
Norzagaray
El 24 de febrero, Alfredo
López renuncia a la candidatura a la alcaldía de Mocorito argumentando razones
de tipo familiar; el 6 de marzo, es asesinado el secretario general del PAN en
el municipio de El Fuerte; el 19 de marzo, Manuel
Antonio Pineda Domínguez renuncia a su
candidatura a la alcaldía del municipio de Rosario; el 12 de abril Luis Alonso García
Corrales y Juan Francisco Cerón, secretario de organización del PAS y
militante del mismo partido, respectivamente, son secuestrados y ese
mismo día, Claudia Tiznado, también pasista, renuncia a su candidatura
al distrito electoral 24.
Todos ellos tienen en
común el vinculo con la coalición “Fuerza y Corazón por México”, hasta ahora, los
candidatos de la coalición “Juntos hacemos historia” no han tenido ninguna baja
y llevan a cabo sus campañas sin contratiempo alguno lo que sugiere que quienes
están detrás del asesinato, las renuncias y el levantamiento de militantes
buscan afectar a la coalición opositora y por descarte, favorecer a través del
mido a la oficialista.
Esto ocurre en un
momento especialmente crítico cuando en muchos estados de la federación está
sucediendo lo mismo y, en algunos de ellos, con mucha mayor saña y crueldad, lo
que ya significó la suspensión de campañas y hasta podría significar que no se
celebraran las elecciones en municipios por la gran interferencia del crimen organizado.
En Sinaloa, llama la
atención que de los casos que han trascendido no se conocen investigaciones y detenidos
y son, como sucede en otros estados, en su mayoría municipios rurales pues,
sólo, el de los militantes del PAS se ha escenificado en un centro urbano con
la presunta intervención de la policía municipal de Culiacán que según un video
fue la que los levantó en una avenida de la capital del estado.
Ahora bien, todos los
casos sin duda son relevantes, pero, el de estos militantes cobra especial
relevancia desde el punto de vista electoral porque Luis Alonso cumple las
funciones de secretario de organización de su partido y, esto, es de suma
importancia considerando que el PAS es el que tiene la estructura electoral más
consolidada en los veinte municipios.
Entonces, el objetivo
está claro, se trata de tener todo lo relativo a la red de militantes,
dirigentes, operadores para que no puedan hacer su trabajo electoral antes,
durante y después de la jornada electoral.
En los comicios locales
de 2021 sucedió lo mismo cuando José Alberto Salas, secretario de organización
del PRI, fue levantado en el fraccionamiento Colinas del Rey en Culiacán, con cuya
captura se destruyó toda la estructura electoral porque los operadores
prácticamente fueron neutralizados consumándose así una derrota aplastante de
la coalición “Va por Sinaloa”, integrada por el PRI, PAN y PRD, que llevó como
candidato al gobierno del estado, al hoy senador Mario Zamora quien perdió en
una proporción de dos votos a uno.
Esta estrategia eficaz al
parecer está en marcha y con el mismo propósito que es inclinar la balanza a
favor de los candidatos de los partidos de la llamada 4T y llevarse el carro
completo, con los compromisos que eso supone y que para algunos observadores
políticos, significaría consolidar un Estado fallido por el papel preponderante
que tienen los poderes fácticos en la definición entre ganadores y perdedores.
Es probable que después
del secuestro de los militantes pasistos venga un impasse que podría repuntar
en la víspera de la jornada electoral del 2 junio.
Al tiempo.
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