RITUALES CONSTITUCIONALES

 RITUALES CONSTITUCIONALES

 

Ernesto Hernández Norzagaray

 

El 5 de febrero de cada año se celebra el aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917 que dio por terminada la revuelta revolucionaria contra la dictadura de Porfirio Díaz y el usurpador Victoriano Huerta.

El acto conmemorativo del 106 aniversario celebrado tradicionalmente en Querétaro y, adonde acuden los representantes de los tres poderes de la Unión, está cargado de simbolismo, rituales y mensajes, a favor siempre de la vigencia de la Constitución y está vez, no fue la excepción, con sus propias singularidades que atienden a la circunstancia del país.

Andrés Manuel López Obrador, presidente constitucional, estuvo flanqueado por el Secretario de Gobernación y los secretarios de la Defensa Nacional y la Marina, lo que relegó al extremo izquierdo del presídium a Norma Piña Hernández, Ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a Santiago Creel Miranda, presidente de la Mesa de la Cámara de Diputados, lo que habla, además, de una falta en el protocolo de un gobierno constitucionalmente civil de las cercanías y las distancias del presidente en funciones.

Esta primera estampa suscita diversas opiniones por el mensaje implícito que conlleva una decisión de esta naturaleza que trasciende que se tomó de último momento y, contraviene, las tradiciones y rituales, de esta fecha emblemática del constitucionalismo mexicano.

La imagen del presídium sería la puesta de una escena que habrá de quedar para la historia y como la antesala de los discursos del presidente López Obrador y el diputado Creel Miranda, que pertenece a la fracción parlamentaria del PAN.

El presidente señaló “debemos seguir luchando por los ideales de la Revolución Mexicana, consagrados en la Constitución de 1917; no dejar de insistir en abolir, por la vía legal y democrática, las reformas contrarias al interés público, impuestas durante el periodo neoliberal; continuar proponiendo cambios al marco legal en beneficio del pueblo, hasta devolver a nuestra Ley máxima, toda la grandeza de su humanismo original [para agregar] Ante este vergonzoso retroceso podemos, con orgullo y con la frente en alto, sostener que millones de mexicanos hemos logrado la aprobación de algunas reformas con el distintivo de la honestidad y el humanismo”.

Un discurso en la línea narrativa del sello antineoliberal de su gobierno y, que ha derivado en un mundo binario de liberales y conservadores; aliados y adversarios, pueblo y oligarquía, como, también, ha servido para atizar la polarización sin dejar espacio para la política de diálogo, negociación y acuerdos.

De ahí el discurso sensato de Santiago Creel llamando a la reconciliación y conducirse bajo los principios constitucionales: “Desterremos de una vez por todas nuestras diferencias y confrontaciones, particularmente, las que hubiera habido en el pasado. Ahora son tiempos de coincidir, son tiempos de reconciliación  luego, vendrán tiempos para competir en la arena político-electoral [para agregar] debemos encontrar  a través del diálogo  político, la unidad de esta pluralidad y diversidad que es México, no a través de una visión única, eso contradice la esencia de nuestra democracia”. Mejor, todavía, afirmó: “No hay más moral política que la Constitución. Esa es la moral de todos quienes somos servidores públicos”.

México, vive actualmente, los embates diarios del presidente contra todos aquellos que se salen del radio de visión política e ideológica -el más reciente, contra su antiguo correligionario Cuauhtémoc Cárdenas, candidato presidencial de la izquierda tres veces y, un referente obligado, de la transición a la democracia quien fue mencionado como integrante de un colectivo opositor- y, por eso, lo califico como su adversario y, parte de la “oposición moderada”, que estaría en contra del movimiento político de la llamada Cuarta Transformación.

El país, además, está en la antesala de las elecciones constitucionales de los estados de México y Coahuila, dos bastiones históricos del PRI, que se celebraran el próximo verano y de las elecciones generales de 2024, donde estará en juego la presidencia de la República, y que si vemos los votos obtenidos en los comicios federales por toda la aposición -la coalición Va por México del PRI-PAN-PRD más, el partido Movimiento Ciudadano- lo menos que se vislumbra es que esas serán unas elecciones muy competidas.

Eso explica en parte la radicalización del discurso antineoliberal, pero, también, de confrontación contra los consejeros del Instituto Nacional Electoral encargados de organizar las elecciones federales, y coadyuvante en las concurrentes en la mayoría de los estados 32 estados, y esa confrontación se hizo visible en los actos conmemorativos de la Constitución, incluso, cuando la presidenta de la Corte rompió también el protocolo de la ceremonia al no pararse de su silla para aplaudir el discurso del presidente lo que desconcertó para empezar al propio titular del Ejecutivo que improvisando afirmó que era una muestra de la diversidad en nuestro país.

 

 

 Traducido al portugués (versión corregida)

 

 10 DE FEBRERO DE 2023

Rituais constitucionais no México

Em 5 de fevereiro de cada ano, o México celebra o aniversário da promulgação da Constituição de 1917, que pôs fim à revolta revolucionária contra a ditadura de Porfirio Díaz e o usurpador Victoriano Huerta. O ato comemorativo do 106º aniversário, celebrado tradicionalmente em Querétaro e na qual participam representantes dos três poderes da União, é sempre carregado de simbolismo, rituais e mensagens a favor da vigência da Constituição. E desta vez não foi exceção, embora com as singularidades que atendem à circunstância do país.

No ato, Andrés Manuel López Obrador, o presidente constitucional, esteve rodeado pelo Secretário do Interior e pelos Secretários da Defesa Nacional e da Marinha. Desta forma, foram relegados ao extremo esquerdo do presidium a ministra presidente da Suprema Corte de Justiça da Nação, Norma Piña Hernández, e o presidente da Câmara de Deputados, Santiago Creel Miranda. Isto é uma violação do protocolo de um governo constitucionalmente civil e fala das proximidades e distâncias do presidente em exercício.

Esta primeira imagem suscitou diferentes opiniões devido à mensagem implícita de uma decisão desta natureza que foi tomada no último minuto e contraria as tradições e rituais desta data significativa do constitucionalismo mexicano. A imagem do presidium seria o cenário de uma cena que permanecerá na história e como prelúdio aos discursos do Presidente López Obrador e do deputado Creel Miranda. Este último pertence à facção parlamentar de oposição do PAN.

No ato, o presidente afirmou: “Devemos continuar lutando pelos ideais da Revolução Mexicana consagrados na Constituição de 1917; não deixar de insistir na abolição, por meios legais e democráticos, das reformas contrárias ao interesse público impostas durante o período neoliberal; continuar propondo alterações ao marco legal em benefício do povo até devolver  à nossa lei máxima toda a grandeza do seu humanismo original [para agregar]. Ante a este vergonhoso retrocesso, podemos, com orgulho e de cabeça erguida, afirmar que milhões de mexicanos conseguiram a aprovação de algumas reformas com a marca da honestidade e do humanismo”.

A linha narrativa anti-neoliberal do seu governo, que foi incorporada no discurso, resultou num mundo binário de liberais e conservadores, aliados e adversários, povo e oligarquia, assim como também serviu para alimentar a polarização sem deixar espaço para as políticas de diálogo, negociação e acordos.

Daí o discurso sensato de Santiago Creel apelando à reconciliação e à conduta com base nos princípios constitucionais: ” Expulsemos de uma vez por todas as nossas diferenças e confrontos, particularmente aqueles que ocorreram no passado [para agregar] devemos encontrar, através do diálogo político, a unidade desta pluralidade e diversidade que é o México, não através de uma visão única. Isso contradiz a essência da nossa democracia”. Melhor ainda, afirmou: “Não há mais moral política que a Constituição. Essa é a moral de todos nós que somos servidores públicos”.

O México vive atualmente os embates diários do presidente contra todos aqueles que se situam fora do raio da sua visão política e ideológica. O mais recente foi contra o seu antigo colega Cuauhtémoc Cárdenas, candidato presidencial da esquerda em três oportunidades e um referente obrigatório na transição para a democracia. Cárdenas foi identificado como integrante de um coletivo de oposição e, por esta razão, foi marcado como adversário e parte da “oposição moderada” que seria contra o movimento político da chamada quarta transformação.

O país está se preparando para as eleições constitucionais dos Estados do México e Coahuila (dois redutos históricos do PRI), que serão celebradas no próximo verão e para as eleições gerais de 2024. Aí, a presidência da república estará em jogo e, tendo em conta os votos obtidos nas eleições federais por toda a oposição (a coligação Va por México do PRI-PAN-PRD, mais o partido Movimiento Ciudadano), o mínimo que se pode prever é uma eleição próxima.

Isto explica em parte a radicalização do discurso anti-neoliberal e o confronto com os conselheiros do Instituto Nacional Eleitoral, que são encarregados de organizar as eleições federais e que são coadjuvantes nas eleições da maioria dos 32 estados. Este confronto ficou visível nos atos comemorativos da Constituição, inclusive quando o presidente da Corte também rompeu o protocolo da cerimônia ao não levantar-se da sua cadeira para aplaudir o discurso do presidente, o que desconcertou, para começar, o próprio chefe do Executivo, que, improvisando, afirmou que era um sinal da diversidade no país.

Ernesto Hernández Norzagaray

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