INCONSISTENCIAS Y CONTUNDENCIAS

INCONSISTENCIAS Y CONTUNDENCIAS 

Los resultados de las pesquisas de InnDaga-Noroeste son contundentes sobre la evolución de los contagios y fallecimientos por Covid en Sinaloa: “En general, nos dice el reportaje del Laboratorio de Periodismo de investigación y Profundidad, el estado registra un 39.51 por ciento de exceso de muertes. En 2019 fallecieron 16 mil 036 sinaloenses mientras que en 2020 el número se incrementó a 22 mil 372. La diferencia es de 6 mil 336 decesos más entre un año y otro”.

Este ejercicio periodístico realizado a partir de las actas defunción registradas ante Registro Civil estatal arrojan que al 31 de diciembre pasado “había una subestimación de muertes asociadas al Covid-19 del 43.89 por ciento, es decir, fallecieron hasta esa fecha mil 852 personas más que la cuenta que daban los registros oficiales”.

Así, los decesos asociados al Covid-19, de acuerdo con el Registro Civil, fueron 6 mil 072 mientras de acuerdo con los datos de la Secretaria de Salud ascienden sólo a 4 mil 220.

¿Qué explica esta diferencia sustantiva en las cifras de estas dos instituciones del estado que teóricamente deberían estar en sintonía intercambiando información estadística para presentar los datos más fidedignos y en última instancia, alimentar las decisiones en materia de políticas públicas?

Así lo explica Efrén Encinas, Secretario de Salud, cuándo señala que es una fuente de datos diferentes, pero del mismo problema: “Hay diferentes plataformas que se capturan, nosotros en la Secretaria de Salud capturamos en una plataforma de las redes IRAG -infección respiratoria aguda grave- y del SISVER -Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica-, al área de Registro Civil le llegan todas las muertes relacionadas a Covid y casos sospechosos, que murieron o no dentro de los hospitales”

Pero, hay algo más, en las pesquisas de InnDaga-Noroeste, que tienen que ver con el número de muertes que están ocurriendo en los hogares hay un incremento pues en 2019 ocurrieron “6 mil 303 decesos …para el 2020 el número se incrementó a 9 mil 086 para un 44.2 por ciento de aumento”.

Y el reportaje da una posible explicación a las muertes domiciliarias cuando afirma: “Este fenómeno puede ser atribuido a que desde el mes de abril del año pasado los principales hospitales del estado fueron reconvertidos para atender pacientes con Covid-19”. Y, eso, tuvo como efecto colateral que los enfermos con padecimientos crónico-degenerativos fueran dejados a su suerte incrementando el número de fallecimientos.

Pero, en esa lógica, murieron las más 6 mil personas por enfermedades asociadas al Covid-19 y más de 9 mil por esta u otra enfermedades en los hogares sinaloenses. 

Esto habla de una decisión de política pública que dio prioridad a los enfermos por Covid-19 sobre los otros padecimientos, que, si no son atendidos, igualmente, pueden conducir a la muerte.

Lo cierto es que la tasa de letalidad, es decir, la proporción de personas que mueren por una enfermedad entre los afectados por la misma en un periodo y área determinados”, “es” muy alta de acuerdo con el ejercicio realizado por Noroeste incluso “es una de las altas del mundo por millón de habitantes”.

Nos dice el reportaje de marras que de acuerdo con información generada por Our World in Data, “Sinaloa tiene uno de los índices de mortalidad más altos del mundo…Si comparamos a Sinaloa con otros países, los datos lo colocan por encima de Inglaterra que tenía mil 084 muertos por cada millón de habitantes al 31 de diciembre pasado; incluso supera a Estados Unidos con mil 045 fallecimientos por cada millón de habitantes”.

“Sinaloa en cifras oficiales arrojó a la misma fecha mil 394 fallecimientos por cada millón de habitantes; pero si se compara con la cifra real de muertos expuesta en este análisis, ascendería a 2 mil 005 por cada millón de habitantes”.  

Pero, quizá lo más sorprendente de toda esta información es que mientras en Inglaterra y los Estados Unidos han iniciado una campaña de vacunación intensiva, por ejemplo, se calcula que en el vecino del norte se vacuna un millón de personas diarias mientras en Sinaloa se han vacunado a lo sumo 10 mil pues depende del lugar que se tiene en la cola del gobierno federal y mientras eso sucede, los contagios aumentan. Leo en Noroeste sobre el rebrote de casos Covid-19 que aumentaron en el estado en un 92 por ciento en enero y muertes 58 por ciento.

En el gobierno del estado se está convencido de que la estrategia que se sigue es la menos mala y por eso el llamado a la responsabilidad personal. Se trata de mantener activa la economía para conservar los ingresos, y suena lógico, la gente debe cuidarse y no esperar a que lo cuiden, pero eso no está funcionando, las aglomeraciones, siguen como si no estuviera sucediendo nada, que estuviéramos en la vieja normalidad, y eso anima a seguir haciéndolo, con el subsecuente incremento de contagios y muertes.

Ya se siente el efecto de las fiestas de fin de año, en unos días conoceremos los que deja la Serie de beisbol del Caribe, y están en la puerta la Semana Santa y la de Pascua… ¿Cuántos muertos serán necesarios para imponer como obligatorio el uso de cubrebocas? ¿para no organizar eventos masivos? y ¿para iniciar una fuerte de campaña como la del consumo del cigarro bajo la máxima “el Covid-19 mata”?

Algo se tiene que hacer, evitar el dogma de la actividad económica tradicional, de hecho, esto ha cambiado mucho en segmentos económicos que han apostado por el home office, el comercio electrónico, etc. 

Volviendo a la respuesta que da el titular de la Secretaria de Salud, habría que decir que la información publicada en Noroeste es sustentable como la que ofrecen las autoridades de salud.

El Dr. Encinas no niega las cifras del Registro Civil, sino lo asume como un asunto técnico, pero obviamente no lo es, es un asunto de derecho de la información veraz que corresponde a vidas, personas de carne y hueso, que se están muriendo y que obliga a políticas públicas más coherentes con las cifras completas y esas son las que están en el Registro Civil.

En definitiva, las plataformas son máquinas que se alimentan con los datos que le aporta el humano y si esos datos son parciales será parcial la visión de la evolución de contagios y los fallecimientos y, por lo tanto, la política pública no será la que corresponda y es que no considera lo que ocurre no solo en los hospitales, sino fuera de ellos.

Total, que existan varias plataformas,  en lugar de ayudar, complica el problema.

Comentarios

Entradas populares