EL ESTIGMA
EL ESTIGMA
Ernesto Hernández
Norzagaray
Palo dado, ¡ni Dios lo quita!
-reza el refrán para referirse a una acción o una decisión realizada y asumir
las consecuencias tanto para que quien emite, como para el que recibe.
Y es que el comunicado emitido el
sábado pasado por la Casa Blanca lo dice expresamente cuando señala contundente:
"El
Gobierno de México ha proporcionado refugios seguros para que los
cárteles se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos,
que en su conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles
de víctimas estadounidenses".
Esta declaración no tiene precedente.
Queda vigente pues después de la charla que sostuvieron Claudia Sheinbaum y
Donald Trump, los secretarios de la nueva administración estadounidense no le
han quitado ni una coma, sino por el contrario, la refrendan.
Y esta tesis, ya le dio la vuelta al
mundo, ganando primeras planas de los diarios y noticieros más importantes del
mundo democrático.
Trump, sabe, que la narcopolítica mexicana
es una llaga que supura pus y por eso, la esgrime, la ventila, la retira para
volver a sacarla. Sabe, qué con la amenaza de los aranceles, tiene la llave para
obtener casi todo de su contraparte y como ejemplo indubitable, están los 10
mil elementos de la Guardia Nacional que han sido trasladados a la frontera
norte “desde estados que registran los menores índices de violencia” para
cumplir el acuerdo con el residente de la Casa Blanca. Qué ya es mucho.
Y siendo mucho, aparece un avión espía recorriendo
las alturas del litoral del mar de Cortés y al día siguiente, tres barcos militares
navegan frente a las costas de Baja California, y desde el púlpito de Palacio
Nacional, se pone en operación una estrategia de control de daños que va de la
minimización hasta la aceptación, pero, siempre, considerándolo irrelevante.
No se sabe que el canciller Juan Ramón De
la Fuente haya emitido una de las notas diplomática que tanto le gusta presumir
“exigiendo” una explicación de esos desplazamientos militares en el noroeste
del país y si no la ha emitido, es porque lo ocurrido, probablemente, se
inscribe en los acuerdos signados en la conversación sostenida entre Sheinbaum
y Trump o no, le creo a la presidenta, sino que empieza a tomar forma en
acciones la definición trumpista de “narcoterrorismo” que en la historia
reciente de EU da manos libres para avasallar soberanías o ¿ya se olvido
Pakistán que refugiaba a Osama Bin Laden? Buscan mandar un mensaje a los
líderes de los cárteles de la droga y, al menos el Cártel del Golfo, ha salido
a decir que no pretenden atacar objetivos estadounidenses.
Y esto pudiera haberse tratado o no, en
esa conversación, de la que solo conocemos la versión de la presidenta de
México y por eso, se le minimiza, incluso se pone en operación el distractor
Norma Piña, quien, ¡qué escándalo mediático!, siendo presidenta de la Corte no
fue invitada a los actos conmemorativos de la Constitución.
Pregunto ¿estas operaciones o no, son
parte de los acuerdos a los que llegaron Sheinbaum y Trump?, Justin Trudeau, el
primer ministro canadiense ha dado a conocer a sus gobernados todo lo acordado aun,
con el costo político para su partido, ceder en casi todo teniendo en octubre
elecciones parlamentarias.
Y donde, por cierto, México sale raspado
porque Trudeau no tuvo problema en reconocer a los cárteles mexicanos como
organizaciones terroristas.
Algo, que el gobierno mexicano, no
quiere aceptar porque “no ayuda” aun, cuando entre los países del T-MEC, en el
nuestro, es donde ocurren más eventos “narcoterroristas” con alto costo en
vidas y hasta podríamos decir con certeza, conforme a las cifras que maneja el
propio Trump, es equivalente a las muertes anuales por consumo de fentanilo en
Estados Unidos. Algo así como 200 mil
fallecidos de cada lado de la frontera.
De ahí que será importante lo que suceda
en el resto del mes, tanto por lo que haga EU como por lo que haga o deje de
hacer nuestro gobierno.
Y llevar a marzo la amenaza de la subida
en los aranceles y difundirlo como un triunfo de nuestra diplomacia como lo han
hecho medios de comunicación ad hoc que lo atribuyen a la “cabeza fría”
y al “temple” de la presidenta Sheinbaum, sin reconocer que esa estira y afloja,
es parte del ABC de toda negociación bilateral y Trump sabe su juego dialéctico
cuando le pregunta a Sheinbaum ¿Cuánto? quieres de prórroga.
Y ella, al poner un mes se ahorcó,
porque en 30 días, difícilmente cambiara lo existente en migración y tráfico de
fentanilo. Basta ver lo obtenido en la primera semana.
En tanto, los grandes e influyentes
periódicos estadounidenses que se la jugaron con la candidata demócrata Kamala
Harris, quieren utilizar la prórroga como síntoma de debilidad de Trump por no
cumplir ipso facto sus amenazas arancelarias contra México y Canadá, y en
esa lógica salen aplaudir, sin embargo, está apreciación sobre Trump es errónea
cuando da lamentablemente lecciones al mundo sobre cómo se utiliza el poder imperial.
Y en México, los medios adictos a la
versión oficial, solo falta que digan abiertamente que Claudia rindió a Trump. Lo
cierto es que a Claudia se le vio exultante luego de haber conseguido la
prorroga de un mes y, quizá, esa alegría es legítima pues no todos lo logran,
sin embargo, ahí está, el avión espía y las embarcaciones de guerra en aguas
internacionales que da la pauta para lecturas menos complacientes.
Vamos, ahí están, los claros oscuros de
la conversación que sostuvieron o no los dos mandatarios y si lo de las naves y
embarcaciones no estuvo incluido en ella, peor, nuevamente Trump se saltó la
cerca por la derecha y con ello, lo que deja de entrada es el palo, el estigma,
de un narco gobierno, en vía de convertirse en una autocracia narca. Al tiempo.
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